Conservación del medio ambiente: así es cómo acciones locales y globales están frenando la pérdida de biodiversidad
Proteger la biodiversidad es esencial para garantizar el equilibrio ecológico en el planeta... y es posible. A pesar de la grave crisis ambiental, acciones desarrolladas en distintas partes del mundo han logrado recuperar hábitats y salvar especies de la extinción.

La biodiversidad del planeta enfrenta una crisis sin precedentes. Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cerca de un millón de especies están en peligro de desaparecer de la faz de la Tierra.
Hoy, la tasa de extinción es entre 100 y 1.000 veces más rápida de lo que los científicos habían previsto. ¿Los motivos? Fundamentalmente, el cambio climático, la pérdida de hábitats naturales y la propagación de especies invasoras.
Frente a este sombrío panorama, iniciativas de conservación desarrolladas tanto a nivel local como global, se han convertido en herramientas cruciales para revertir el declive de la naturaleza y la extinción de especies.
Un acuerdo mundial para frenar la pérdida de biodiversidad
En diciembre de 2022, durante la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, la COP15, cerca de 200 países firmaron el Marco Mundial de Biodiversidad. Un acuerdo histórico que estableció 23 metas y un año tope para alcanzarlas: 2030.
Los bosques son el hogar de más del 80% de la biodiversidad terrestre
— Transición Ecológica y Reto Demográfico (@mitecogob) April 13, 2025
Albergan millones de especies
Regulan el clima
Garantizan el equilibrio ecológico
Cuidemos los bosques, cuidemos la vida pic.twitter.com/ZdSjAujnYh
Entre ellas, se encuentran la protección del 30% de las tierras y aguas del planeta, la restauración del 30% de los ecosistemas degradados y la movilización de, al menos, 200.000 millones de dólares anuales para financiar la preservación de la biodiversidad.
Lo cierto es que, hasta el momento, solo se invierten alrededor de 121.000 millones de dólares cada año en conservación en todo el mundo. Una inversión que, a pesar de no ser la comprometida, está logrando importantes avances.
Casos internacionales de éxito
La combinación de políticas públicas, ciencia y participación ciudadana, junto a los esfuerzos locales e internacionales, han demostrado que es posible frenar la pérdida de biodiversidad. Estos son algunos ejemplos donde la apuesta ha funcionado.
Reducción drástica de la deforestación en la cuenca del Congo
La implementación de planes de gestión forestal sostenible en la segunda selva tropical más grande del mundo, ha logrado reducir la tasa de deforestación en un 74% en la última década.
Los árboles del bosque, generan ríos de vapor de agua en el cielo. Estos, surcan la atmósfera hasta descargar en modo de precipitación en diferentes partes del mundo
— PEDRO CASTAÑO GARCÍA (@pkas1111) May 12, 2024
Si deforestamos la cuenca del Congo, el sureste de Asia o el Amazonas, estamos secando otras partes del mundo pic.twitter.com/CCWmfExbWl
A través del empoderamiento de comunidades locales, el monitoreo vía satélite o la aplicación de normativas más estrictas para las concesiones madereras, se ha conseguido proteger la biodiversidad y garantizar medios de vida sostenibles para millones de personas.
Aumento de la población de tigres en Nepal
En poco más de una década Nepal ha logrado duplicar su población de tigres. En 2009 solo quedaban alrededor de 120 ejemplares. Actualmente son más de 350.
El éxito se debe a una estrategia integral basada en la vigilancia constante, la creación de corredores ecológicos conectados, la participación de comunidades locales y el endurecimiento de las sanciones contra la caza furtiva.
Recuperación del panda gigante en China
En 2016, gracias a décadas de esfuerzos, el panda gigante, un símbolo mundial de la conservación, fue oficialmente retirado de la lista de especies "en peligro".

Para conseguirlo, China creó 67 reservas naturales y puso en marcha programas de reproducción en cautiverio que permitieron recuperar y mantener una población estable de más de 1.800 pandas en libertad.
Reducción de la pesca ilegal de vaquita marina en México
La vaquita marina (Phocoena sinus), una especie de cetáceo, aún está críticamente amenazada. Sin embargo, los esfuerzos para reducir la pesca ilegal con redes de enmalle en el Alto Golfo de California ya han comenzado a mostrar los primeros signos de éxito.
La #vaquita marina o #cochito (Phocoena sinus) es un cetáceo del golfo de #California en peligro crítico de extinción: sobreviven 12 individuos pic.twitter.com/KryJO4RH4F vía @StrangeAnimaIs #FotoCiencia #SaveTheVaquitaDay
— Apuntes de ciencia (@ApuntesCiencia) July 6, 2019
Aunque el riesgo de extinción sigue siendo alto, los patrullajes marítimos intensivos, la tecnología para monitoreo y las campañas de concienciación están logrando estabilizar el descenso de la población.
Conservación del lémur en Madagascar
Entre otras especies, proyectos liderados por ONGs y comunidades locales han salvado de la extinción al lémur negro del norte en Madagascar.

Las estrategias han incluido la restauración de hábitats degradados, la educación ambiental desde edades tempranas, el turismo responsable y la reforestación con especies nativas.
La ciencia también juega un importante papel para asegurar el futuro de especies en peligro. Organizaciones como Revive & Restore utilizan la biotecnología para la creación de biobancos. También aplican tecnologías reproductivas avanzadas, como la clonación, para aumentar la diversidad genética.
Los resultados en España
También en España los esfuerzos de conservación han dado sus frutos. El lince ibérico, que hace dos décadas estaba al borde de la extinción, ha ampliado su territorio gracias a programas como Life Lynxconnect.
El objetivo es conectar los núcleos de población de este animal en Extremadura, Andalucía, Castilla La Mancha y la Región de Murcia.

En este tiempo, su población se ha multiplicado por 20 y ya supera los 2.000 ejemplares. Aunque la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha reclasificado al lince como "vulnerable", las autoridades españolas lo mantienen en la categoría de "en peligro de extinción" para asegurar su protección.
Otro ejemplo es la recuperación de los humedales de Trebujena, en Cádiz, Andalucía. Entre 2022 y 2024, se restauraron 260 hectáreas de marismas, creando hábitats para especies en peligro y promoviendo el ecoturismo y el desarrollo sostenible en la comarca.
Y en Galicia, la Xunta ha invertido 18,5 millones de euros para preservar la Rede Galega de Parques Naturais, con acciones que también incluyen la restauración de hábitats y el control de especies invasoras.