¿Cómo puedes cultivar tomates en el huerto? Con estos trucos y consejos el éxito está asegurado
El cultivo del tomate lleva ya varias semanas en marcha en los invernaderos de algunas zonas de España. Para los aficionados a la agricultura, el verdadero comienzo será en el huerto en los próximos días.
Cultivar tomates no es tan complicado si se siguen ciertos consejos. De hecho, es uno de los primeros cultivos que los jardineros cultivan ellos mismos, ¡desde el semillero! Pero si quieres mantener el buen aspecto de tus plantas durante toda la temporada, aquí tienes algunos consejos y trucos.
Para cultivo en invernadero
En primer lugar, asegúrate de que tu huerto recibe mucha luz. Lo ideal es que esté orientado al sur. Esto te permitirá disfrutar de bonitos frutos de forma rápida y eficaz (sobre todo al principio de la temporada).
Pero ¡cuidado! En aquellos casos en los que se cultivan bajo invernaderos, pueden sobrecalentarse rápidamente a pesar de las aberturas. Es más, este calor excesivo hará que la tierra se seque prematuramente. Por tanto, ¡asegúrate de regar bien el suelo!
Una vez trasplantadas las tomateras, es importante dejar que se desarrollen. Algunas personas utilizan tutores, mientras que otras dejan que las plantas crezcan de forma natural. El entutorado ayuda a guiar la planta.
También le ayudará a aprovechar al máximo el espacio de tu huerto. En cualquier caso, es importante mantener la tierra moderadamente húmeda. Cubrir con mantillo después de regar es una buena idea si se encuentra en un periodo muy soleado.
Además, mantener el follaje evita el estrés de la planta y le permite absorber los rayos del sol. Tu planta estará más fuerte y evitarás posibles infecciones derivadas de la poda.
Los trucos para los cultivos que están al aire libre
Si optas por cultivar tus plantas al aire libre, tendrás que esperar unos días más, o incluso 2-3 semanas en las regiones más septentrionales. Puedes preparar el suelo añadiendo estiércol compostado o tierra para macetas adecuada para la horticultura.
Los tutores ya pueden estar colocados, aunque es más fácil ponerlos justo después de plantar. En el exterior, el viento puede secar la tierra, aunque el efecto es menor que el del calor en un invernadero. No olvides mantener un mantillo alrededor de las plantas, pero no lo pegues a la base de tus tomateras.
Para evitar cualquier ataque de mildiu, lo mejor es no podar los tomates en cuanto empiecen a aparecer los brotes. Cambiar cada año la zona de plantación de tu huerto también contribuirá a limitar el desarrollo de esta forma de hongo, que puede arruinar tu cosecha de tomates.
Algunos utilizan productos que pueden emplearse en la agricultura ecológica. Sin embargo, el simple hecho de plantar un cultivo de cobertura en tus tomateras durante los periodos de lluvia o frío puede limitar en gran medida el desarrollo del mildiu.
En general, el cultivo de tomates no requiere mucho mantenimiento. También puedes añadir caléndulas a su base, que repelerán ciertas plagas tanto a nivel radicular como en la parte aérea de la planta.