¿Cómo puede afectar el cambio climático a los eventos deportivos?
A estas alturas ya no queda ningún tipo de duda sobre las consecuencias que tiene el cambio climático en nuestras vidas, pero... ¿cómo está afectando y afectará al mundo del deporte?
Está cada vez más claro que el cambio climático está jugando, y jugará, un papel importante en nuestras vidas. El aumento de las temperaturas es, quizá, el hecho más probado. Y las proyecciones de futuro no son para nada halagüeñas.
Pero el cambio climático no se manifiesta solo en un aumento de las temperaturas. La intensidad y la frecuencia de las tormentas, la formación de huracanes y en general, la circulación atmosférica, van a cambiar, y están cambiando, sus patrones habituales.
Estas consecuencias son evidentes tanto en los meses más cálidos del año como en los más fríos, afectando todas nuestras actividades. En especial, las que se realizan al aire libre. En este sentido, el deporte, donde el cuerpo humano se exprime al máximo, se verá igualmente afectado. ¿De qué manera?
El peligroso impacto del calor
Según Velofacts, la última Vuelta a España ha sido la más calurosa desde que se mide la temperatura en 2015. La temperatura media ha sido de 30,8 ºC. También lo ha sido el Tour de Francia, que ha vivido su competición más calurosa con una media de 30,5 ºC. A pesar de que este dato puede variar por el tipo de recorrido, es una evidencia de que el deporte de competición en julio y en agosto debe tener en cuenta la prevista subida de temperaturas para las próximas décadas.
No es muy inteligente, por otra parte, adelantar eventos deportivos a fechas veraniegas por problemas en el calendario. Iniciar la Liga de Fútbol en agosto implica modificar los horarios para evitar que tanto los jugadores como los aficionados sufran golpes de calor. Incluso se han incluido pausas de hidratación. Más evidente, no puede ser.
Pero a veces el deporte no se limita solo a exprimir el cuerpo humano. Hay otros eventos, como los de motor, en los que la temperatura también debe tenerse en cuenta. La refrigeración o los neumáticos se ven afectados por temperaturas más altas, algo que los ingenieros deberán tener cada vez más en cuenta.
El caso del Mundial de Qatar
Si a todo esto le sumamos la estupidez humana, nos encontramos con barbaridades como la del Mundial de fútbol de Qatar. Dejando a un lado los 6500 muertos que el periódico The Guardian estima que se han producido en la construcción de las infraestructuras como los estadios, planificar un mundial en ese país tiene sus consecuencias.
Se ha tenido que trasladar a finales de noviembre para evitar el calor. Los mundiales siempre se han disputado en verano. Esto obliga a realizar un parón en todas las ligas nacionales, alterando así la competición. Mover competiciones de fecha puede ser una constante dentro de no mucho tiempo.
¿Qué pasará en invierno?
Aquí hay que ir con pies de plomo. Muchos creen que el hecho de que suban las temperaturas provocará que ciertos deportes como el esquí desaparezcan por la falta de nieve. Es cierto que la nieve, debido al aumento de las temperaturas, subirá de cota, pero nieve seguirá habiendo. Lo que sí es cierto es que las estaciones de esquí deberán adaptarse a las nuevas situaciones que planteará el cambio climático en este sentido y poner sus instalaciones a mayor altitud.
Dicho esto, no hay que olvidar los peligros que tiene el cambio climático en la montaña, incluso en verano. La mejor prueba la hemos tenido este verano. Las temperaturas inusualmente altas provocaron el derrumbe de parte de un glaciar en los Alpes italianos, llevándose por delante la vida de 11 personas.
Es verdad que los deportes que más sufren el calor en verano, como el fútbol, en invierno lo tienen mejor. Esto puede suponer una ventaja para países fríos, como los del este del continente. Rusia debe hacer un parón invernal en sus ligas. El intenso frío y las nevadas impiden la práctica de ciertos deporte. En un futuro quizá no es necesario hacerlo.
Pero tal y como hemos comentado al principio, no solo la temperatura se ve afectada por el cambio climático. Tormentas y huracanes pueden ser más peligrosos, obligando a anular pruebas deportivas durante la temporada. Pero hasta el aumento del nivel del mar, las tormentas de arena, el viento, el número de rayos que puedan caer.... tiene afectación en más de un deporte. Hasta el humo de los incendios.