Cómo proteger las plantas de las heladas y el frío, algunos consejos
Si nosotros estamos pasando frío estos días, ¡imagina las plantas! Muchas de ellas no soportan temperaturas tan bajas ni las fuertes heladas. Si tienes plantas en casa, estas recomendaciones te pueden ser de gran ayuda.
Las heladas y las bajas temperaturas propias de la estación invernal acaban afectando negativamente a la salud de muchas plantas. Tras el paso de las borrascas Fien, Gerard y Hannelore (a lo que hay que sumar la reciente irrupción de aire polar continental), muchos de nuestros cultivos y plantas domésticas están sufriendo las consecuencias de estos temporales, pero... ¿cómo podemos prevenir o mitigar este problema?
¿Cómo prevenirlo? Con una buena protección
Aunque las bajas temperaturas suelen hacer estragos en el jardín o en el balcón, el invierno no es sinónimo del final de tu rinconcito verde. En primer lugar, existen muchas formas fáciles, económicas y sostenibles para proteger las plantas del frío. Cubrir las plantas y regarlas sería la forma más fácil para prevenirlas de las heladas; una sábana, un plástico o una manta servirá de barrera aislante mientras duren las bajas temperaturas.
Luego, podríamos agrupar las plantas para disminuir la exposición al frío, y también, si tenemos espacio, meterlas dentro de nuestro hogar. Y bueno, ¿qué os parece un invernadero? A simple vista parece difícil pero podemos crearlo nosotros mismos a base de plástico transparente para poder cultivar todo tipo de plantas y variedades fuera de temporada.
¿Cómo recuperar una planta helada?
Tras los efectos de una helada o un temporal de nieve, las plantas o cultivos suelen ser los principales afectados. Aunque el primer impulso sea coger una podadera o eliminar y cortar las partes afectadas, lo primero que debemos tener es paciencia. Es muy importante esperar y actuar con cautela, o si no la planta puede morir.
No conviene podar hasta que el riesgo de heladas haya pasado, ya que las partes secas protegen al resto de la planta del frío. Además, podar antes de tiempo podría ser dañino para los nuevos brotes aún más sensibles. Una vez el frío haya pasado, incluso ya en primavera, hay que ponerse… ¡manos a la obra!
Cuando se trata de una planta anual, por lo general no suele sobrevivir a las heladas. Por esta razón no tendremos más remedio que quitarla de la maceta o de nuestro jardín. Con planta anual nos referimos a las que crecen en el exterior en primavera o verano y solo tienen una estación de crecimiento.
Ahora bien, si se trata de una herbácea perenne, por muy “pelada” que se encuentre volverá a rebrotar en primavera, y si se ve muy antiestético podemos recortar las partes salientes al ras. Si por el contrario es una planta leñosa, dependerá de su grado de rusticidad. Por ejemplo las subtropicales y las tropicales probablemente no se recuperarán.