Cómo prevenir y actuar ante la picadura de garrapata
Pasear por el campo hace que aumenten las posibilidades de que una garrapata se nos quede adherida a la nuestra piel o a la de nuestra mascota. ¿Cómo podemos prevenir? ¿Qué enfermedades transmiten?
Empecemos conociendo a este artrópodo, primo de las arañas. En realidad, son parásitos que se alimentan de sangre, es decir: hematófagos. En su ciclo de vida pasan por tres fases, larva, ninfa y adulto y para poder pasar de una fase a otra, deben alimentarse de sangre. Una vez que encuentran huésped, elegirán zonas donde la densidad de pelo no sea elevada, como el abdomen o las orejas. Allí, se quedará fijada a la piel obteniendo su alimento.
Estos son los lugares de mayor riesgo
Las garrapatas buscan zonas de densa vegetación para la puesta de huevos. Allí, las larvas buscarán un ave o roedor como primer hospedador, posteriormente volverán al suelo para mudar una ninfa ya buscar de nuevo quien le provea de alimento. Regresarán de nuevo al suelo hasta que sean adultos. La primavera será la época en la que las hembras adultas inicien el desove.
Son estas zonas boscosas con alta y densa vegetación donde existe el riesgo de que nosotros, los pequeños o las mascotas nos podamos traer de vuelta una garrapata. Es por eso que, después de las rutas por estos parajes, debemos revisarmos bien nuestra piel, la de niños y mascotas.
Cómo prevenir
Hay productos para la prevención, por ejemplo, el fipronil en mascotas. En el caso de los humanos, un pantalón largo y ropa de color claro podrá ayudar a una mejor prevención y detección. Es posible utilizar productos específicos en casos de exposición concreta como ganaderos, jardineros, etc. Siempre deben ser productos autorizados y nada de “trucos caseros".
En caso de uso con protector solar, habría que poner primero el protector solar y dejar pasar media hora antes de aplicar el repelente. Evitando siempre zonas de mucosas como nariz o boca.
Además, es mejor aplicarlo en ambientes abiertos para no inhalar y, por supuesto, lejos de alimentos.
¿Y si detecto una garrapata en la piel?
No se debe usar vaselina, ni aceite ni nada para intentar quitarla. Podemos utilizar unas pinzas para sujetarla y tirar firmemente hasta que se suelte sin retorcerla ni moverla. Posteriormente, lavaremos y desinfectaremos la zona. Si no nos vemos con fuerzas para quitarla, en el centro de salud saben cómo hacerlo correctamente.
Enfermedades transmitidas por garrapatas
Son varias las enfermedades que pueden transmitir. Entre ellas están la enfermedad de Lyme y el Virus de la Fiebre Hemorrágica Crimea-Congo.
El Virus de la Fiebre Hemorrágica Crimea-Congo
Se llama así porque se detectó por primera vez en la guerra de Crimea en 1944. En 1969 se amaneció que era igual a uno aislado en 1956 en el Congo, así que le pusieron los dos y listo . Este virus lo transmite una garrapata, normalmente del género Hyalomma. Como no vamos a saber cual es, mejor tener cuidado con todas. Es posible que haya llegado aquí por culpa de las aves migratorias que traen garrapatas infectadas o incluso por el traslado de ganado de unos sitios a otros, ahora los inviernos son más suaves y sobreviven con más facilidad.
Entre sus síntomas están la fiebre, dolor de cabeza y articulares, vómitos, mareos, se producen conjuntivitis o confusión. Luego, en el periodo hemorrágico aparecen petequias que son como pequeños hematomas que se hacen más grandes. Continuará con hemorragias por nariz, encías, vómitos… El tratamiento se pone a medida que aparecen los síntomas, pero ninguno específico.
Enfermedad de Lyme
Se trata de una infección bacteriana por Borrelia. Comienza por un sarpullido, fiebre, fatiga, dolor de cabeza… Pero es posible que se extienda incluso al corazón, articulaciones o al sistema nervioso. Los síntomas se pueden dar entre los 3 y 30 días desde que se adhirió la garrapata. El tratamiento es antibiótico, aunque es posible que los síntomas se alarguen hasta 6 meses después. Esto se conoce como “Síndrome posterior a la enfermedad de Lyme”, aún no se sabe por qué les ocurre a unas personas sí ya otras no.
Por eso, la mejor medida para evitar este tipo de zoonosis es, sin duda, la prevención y detección precoz. Al campo sin miedo, pero con conocimiento.