¿Cómo preparar un menú 'riesgo cero' para la cena Nochebuena y la comida de Navidad?
Mercados llenos de gente y redes sociales llenas de recetas que prometen ser “la estrella en tu mesa”. La Navidad es inevitable, pero sí podemos evitar errores de otros años.
La emoción es inevitable, pero si no planificamos bien, las fiestas navideñas pueden convertirse en un agujero negro para nuestro bolsillo, un festín para las bacterias y una excusa perfecta para llenar el cubo de la basura.
Poco tiempo antes de las fechas señaladas, los mercados se llenan de gente comprando todo tipo de alimentos. En nuestra mente está elaborar platos innovadores con ingredientes modernos (y otros no tanto) que hagan que, en nuestras cenas, tradición y la innovación se crucen. Y luego... zas, la realidad.
Antes de comprar en Navidad
Ir al supermercado con las emociones navideñas a flor de piel con el “por si acaso” en la boca, hace que acabemos comprando de más, olvidando que una buena planificación es clave para ahorrar y evitar el desperdicio. Por tanto, es recomendable tener en cuenta los siguientes aspectos.
- Planifica el menú completo para todas las comidas y cenas festivas.
- Calcula bien las raciones: si una receta dice que es para 6 personas y sois 6, no cocines para 10. ¡No habrá una hambruna inminente!
- Haz una lista de la compra detallada y cíñete a ella. Evitarás las compras impulsivas y no caerás en trampas de marketing.
Compra con antelación y congela
¿Has notado que los precios del pescado y el marisco suben conforme se acerca el día clave? Comprar estos productos con tiempo es un truco infalible. Opta por el congelado: la ultracongelación conserva la calidad nutricional y la seguridad del alimento mejor que si congelas tú en casa. Ten en cuenta lo que te comentamos a continuación.
- Prioriza productos que no se deterioren rápidamente, como conservas, ultracongelados o frutos secos.
- Si tus invitados quieren colaborar con comida, pídeles que traigan productos no perecederos (pan, bizcochos, embutidos).
- Bonus tip: revisa siempre las fechas de caducidad y consumo preferente antes de meter algo en el carro. Ah, y si el envase está roto o deteriorado, déjalo donde está.
Evita el caos en la nevera
Una nevera llena de alimentos sin orden no solo es estresante, sino que también es peligrosa. Si compras con previsión, organiza bien.
- Carnes y pescados en la parte baja, para evitar goteos.
- Frutas y verduras en los cajones.
- Comida preparada en la zona central, siempre bien cubierta.
Y si algo no cabe, ¡al congelador! Congelar no es trampa, es estrategia.
Durante la Navidad: seguridad alimentaria, ante todo
A la hora de celebrar los días grandes de las fiestas navideñas con nuestros seres queridos, recomendamos seguir unas pautas para evitar sustos.
Las manos, siempre limpias
El gesto más sencillo, pero que más olvidamos: lavarnos las manos. Antes de cocinar, después de tocar alimentos crudos, al cambiar de actividad y, por supuesto, después de ir al baño. Si alguien de la familia está resfriado o con malestar digestivo, ¡lejos de la cocina!
Orden en la cocina para evitar la contaminación cruzada
La cocina se convierte en un campo de batalla durante las fiestas, pero debemos garantizar la seguridad. Tampoco pasa nada si sois los necesarios en la cocina.
- Usa utensilios diferentes (cuchillos, tablas) para carne, pescado y verduras crudas.
- Limpia bien todos los utensilios antes de reutilizarlos.
Descongelación segura: Si has planeado bien, ya tendrás el pescado o marisco en el congelador, pero además recuerda: nunca descongeles a temperatura ambiente.
- Descongela siempre en la parte baja de la nevera 24 horas antes.
- Si no da tiempo, utiliza el microondas.
Cocina a la temperatura adecuada
No solo es cuestión de sabor, sino de seguridad.
- La carne y el pescado deben superar los 70 ºC en el centro de la pieza para eliminar bacterias.
- Si preparas salsas caseras con huevo, nata o crema, consúmelas en 24 horas y mantenlas siempre refrigeradas.
En el caso del pescado, no olvides el anisakis, congélalo a -18 ºC durante al menos 5 días (sí, 5, porque tiene que estar 24 horas a -18 ºC el centro de la pieza) antes de consumirlo crudo o semicocido. La alternativa más segura es comprarlo ultracongelado.
Frutas y verduras: lavado obligatorio
Tampoco hay que olvidarse de las frutas y verduras. Te recordamos estos consejos básicos.
- Lava siempre frutas y verduras, frotando cada pieza bajo agua del grifo. Si entre tus comensales hay embarazadas, niños o ancianos, puedes desinfectarlas.
- Utiliza agua con lejía apta para desinfección alimentaria (consulta la etiqueta).
- Sumerge las piezas 10 minutos y vuelve a aclarar bien con agua.
Y al terminar las comidas navideñas...
“Lo dejo ahí y ya luego lo guardo”. Error. Sabemos lo que son las sobremesas navideñas y, no te engañes, se alargan bastante. Los alimentos cocinados deben refrigerarse lo antes posible para evitar el crecimiento de bacterias. ¡No esperes a que se enfríen del todo!
- Guarda las sobras en envases herméticos en la nevera.
- Prioriza el consumo en las siguientes 48 horas. Si no lo vas a comer, congélalo.
Planificar, organizar y priorizar la seguridad no solo te ahorrará disgustos, sino también dinero y toneladas de comida que acabarían en la basura. Con pequeños gestos como llevar una lista de la compra, congelar con antelación, cocinar con orden y guardar rápidamente las sobras, conseguirás unas fiestas más sostenibles y seguras.
Porque en Navidad, el objetivo no es llenar el cubo de basura ni el estómago con riesgos, sino disfrutar.