¿Cómo predicen los animales un desastre natural? Esto dice la ciencia

Los científicos siguen descubriendo comportamientos en diversas especies que ayudan a entender cómo detectan cambios en el entorno, pudiendo reaccionar antes de que nosotros podamos advertir el peligro. Te contamos más detalles.

Perros
Durante el terremoto y tsunami de 2011 en Japón, numerosos perros ubicados a más de 2.300 kilómetros del epicentro presentaron cambios de comportamiento repentinos, manifestando señales claras de alerta.

Tras el devastador tsunami que azotó las costas de Sri Lanka en 2004, muchos expertos allí presentes no salían de su asombro, ya que a pesar de la magnitud de las olas, que se adentraron hasta tres kilómetros en el Parque Nacional de Yala, no encontraron animales muertos en la reserva.

Yala, el mayor parque natural de la región y hogar de cientos de elefantes, felinos y otros animales, parecía haber quedado intacto en cuanto a su fauna. Según los expertos, la única explicación lógica es que los animales presintieron el desastre, buscando refugio en las zonas altas de la isla antes de que el tsunami tocara tierra firme.

Los animales captan cambios en el ambiente antes de un desastre natural como un terremoto

Desde hace siglos, existen historias y observaciones de animales que se comportan de manera extraña antes de desastres naturales como terremotos, huracanes y otras catástrofes naturales. Pero si uno despierta especial interés es cómo reaccionan ante un terremoto.

Varias investigaciones sugieren que algunos animales tienen una sensibilidad especial para detectar señales que preceden a los terremotos.

En un estudio realizado por el Instituto Max Planck de Múnich, los científicos monitorearon animales en una granja en Italia y observaron que algunos comenzaron a actuar de manera inusual antes de un terremoto. Los sensores que colocaron en vacas, perros y ovejas mostraron movimientos nerviosos y huidizos en las horas previas a que ocurriera un sismo en la región.

¿Qué notan exactamente los animales antes de un seísmo?

La hipótesis principal es que los animales pueden percibir variaciones en la presión del suelo o cambios electromagnéticos generados por el movimiento de las placas tectónicas. Estas alteraciones, invisibles para los humanos, actúan como una especie de “alarma” para los animales, que reaccionan de acuerdo con su instinto de supervivencia.

Esto es particularmente evidente en animales como serpientes, ranas y roedores, que a menudo abandonan sus madrigueras o áreas protegidas poco antes de que un terremoto sacuda la región.

También detectan variaciones de presión y humedad en huracanes y tormentas

Las tormentas y los huracanes también desencadenan reacciones inusuales en ciertos animales, que parecen estar “preparados” para estos eventos. Uno de los casos más estudiados es el de las aves migratorias. Diversas especies de aves pueden detectar cambios en la presión atmosférica, lo que las alerta sobre la proximidad de una tormenta.

Vencejo
Ejemplar de vencejo, ave que suele abandonar zonas de huracanes días antes de que la tormenta toque tierra. Al captar los cambios en la presión y la humedad, éste y otras aves marinas cambian sus rutas y buscan refugio en áreas más seguras.

Un estudio realizado por la Universidad de Tulane en Estados Unidos monitoreó el comportamiento de aves en relación a huracanes y tormentas tropicales. Los científicos descubrieron que las aves reducen su actividad migratoria o cambian de dirección cuando el cambio de presión atmosférica se vuelve abrupto, lo que les ayuda a evitar quedar atrapadas en condiciones peligrosas.

Fenómenos eléctricos y acústicos, la clave en incendios y erupciones

Lo curioso es que el comportamiento animal es también útil para predecir otros desastres como incendios forestales o erupciones volcánicas. Algunos de ellos, como los elefantes en Tailandia, detectan sonidos de baja frecuencia relacionados con la actividad volcánica, movilizándose hacia zonas seguras.

También los incendios alteran los patrones acústicos, y algunos animales con oído sensible, como pueden ser los ciervos y marsupiales, escuchan el crujir de plantas a gran distancia, desencadenando su huida, como se observó en diversos estudios tras unos incendios en Australia.