¿Cómo han podido llegar fresas con hepatitis A a España? Esta es una de las reivindicaciones de los agricultores
La hepatitis A detectada en fresas importadas desde Marruecos, ha generado una fuerte preocupación en España, destacando la necesidad de revisar y fortalecer las medidas de seguridad alimentaria entre países
Recientemente la hepatitis A ha puesto en alerta a la industria alimentaria española, con fresas procedentes de Marruecos que han sido identificadas como fuente probable. Este fenómeno ha generado alarma, además de en España, en varios países más, donde se han registrado casos relacionados con el consumo de estas fresas contaminadas.
Ante este complejo desafío, se plantea ahora con mayor fuerza la urgente necesidad de abordar las deficiencias en la cadena de suministro y fortalecer los controles de calidad entre diferentes países para garantizar la seguridad alimentaria.
¿Por qué llegan a España fresas contaminadas?
La detección de la hepatitis A en estas fresas ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la cadena de suministro alimentario en esos países, donde además las exigencias ambientales, económicas y productivas son desleales frente a las que soportan los agricultores españoles, factor clave en las protestas que se vienen produciendo en las calles españolas en las últimas semanas.
A medida que los productos agroalimentarios viajan largas distancias desde su lugar de origen hasta los mercados internacionales, existe matemáticamente un mayor riesgo de contaminación y propagación de enfermedades.
En este caso particular, se cree que las fresas fueron contaminadas durante el proceso de cultivo o manipulación en Marruecos, al ser regadas con aguas fecales contaminadas, lo que refleja la importancia de implementar prácticas agrícolas y de higiene más estrictas en los países de origen, de modo que jueguen en las mismas exigencias que los productores nacionales.
¿Cuáles son las principales preocupaciones por este descontrol?
Una de las principales preocupaciones derivadas de este brote es la falta de transparencia y supervisión en la cadena de suministro a nivel internacional. Las fresas importadas de Marruecos a menudo pasan por múltiples intermediarios antes de llegar al consumidor final, lo que dificulta el seguimiento preciso desde su origen y las condiciones de producción.
Esto eleva la necesidad de establecer sistemas de trazabilidad mucho más eficientes que permitan identificar y retirar rápidamente del mercado productos contaminados.
Además, es fundamental fortalecer los controles de calidad en todas las etapas de la cadena de suministro. Esto incluye realizar pruebas regulares de detección de contaminantes en los productos agrícolas antes de su distribución y venta, pero hacerlo de forma conjunta, y que las restricciones existentes para nuestros agricultores nacionales se hagan extensibles a nuestros productores vecinos.
Posibles medidas frente al problema
Una medida crucial para abordar este problema es mejorar la cooperación internacional en materia de seguridad alimentaria. Dado que la producción y distribución de alimentos son actividades transfronterizas, es necesario establecer mecanismos de colaboración entre los países productores, exportadores e importadores para compartir información y realizar mejores prácticas.
Esto último permitiría una respuesta más coordinada, efectiva y estructurada ante posibles brotes de enfermedades transmitidas por alimentos.
Además de las medidas preventivas, también es importante educar y concienciar a los consumidores sobre los riesgos asociados con el consumo de productos potencialmente contaminados, resaltando la necesidad e importancia de consumir productos nacionales.
La información sobre cómo identificar y manipular adecuadamente los alimentos puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos y fomentar hábitos alimentarios más seguros y saludables.
La hepatitis A detectada en fresas procedentes de Marruecos ha servido para poner encima de la mesa la necesidad urgente de abordar las deficiencias en la cadena de suministro alimentario y fortalecer los controles de calidad transfronterizos para garantizar la seguridad alimentaria.
Mediante la implementación de prácticas agrícolas y de higiene más estrictas para todos, la mejora de la trazabilidad y la cooperación internacional, podemos mitigar el riesgo de futuros brotes y proteger la salud pública.