¿Cómo hacer herbicidas caseros? Con estos trucos y consejos el éxito está asegurado
Para mantener en buen estado un jardín o un pequeño huerto, es esencial eliminar las malas hierbas no deseadas. La posibilidad de utilizar productos naturales para esta tarea puede ayudar a la sostenibilidad.
En la semana en la que se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza (17 de octubre), hay otros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que serán difíciles de alcanzar para 2030. Uno de ellos está relacionado con la producción sostenible en la agricultura (ODS2 - Erradicar el hambre).
En las últimas décadas se ha producido un aumento de la productividad agrícola en todo el mundo, con graves consecuencias para los suelos y las aguas, tanto superficiales como subterráneas. El crecimiento sostenido de la población requiere más alimentos, pero el aumento de la producción no debe poner en peligro los objetivos medioambientales, pues de lo contrario estaremos comprometiendo el futuro de las generaciones venideras.
Por eso, para quienes practican una agricultura familiar y/o de subsistencia, es importante conocer algunas técnicas alternativas a los herbicidas y pesticidas químicos de uso común. Estas técnicas pueden hacer que la agricultura sea un poco más sostenible, protegiendo activamente el suelo y el agua.
Descubre estas técnicas prácticas y relativamente seguras
Cuando oímos hablar de herbicidas, lo que inmediatamente nos viene a la mente son productos químicos, los llamados «venenos». Sin embargo, hay una serie de alternativas caseras que no son tan perjudiciales para el ser humano, el medio ambiente o los animales (ya sean mascotas o no).
Existen al menos siete formas diferentes de producir herbicidas caseros, algunas más seguras que otras. Al parecer, uno de los más seguros y eficaces es la harina de maíz. En primer lugar, hay que quitar las malas hierbas a mano. A continuación, se espolvorea harina de maíz por el suelo y nada crecerá debajo de esta manta antisemillas.
Otra forma relativamente segura de eliminar las malas hierbas del jardín es utilizar agua hirviendo. El agua hervida, vertida sobre las malas hierbas que desea eliminar, es extremadamente eficaz para «quemar» hojas y raíces. Es el herbicida natural menos perjudicial para la salud y el medio ambiente
Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que si no se distribuye con cuidado, el agua hirviendo puede matar las malas hierbas, pero también las plantas que queremos conservar.
Alternativas que puedes tener en cuenta
Podemos enumerar al menos cinco formas más de elaborar herbicidas caseros a un coste asequible y sin riesgos considerables. La sal es un ejemplo excelente: cuando se añade al suelo, detiene por completo el crecimiento de las malas hierbas. El gran problema es que esta adición acaba empobreciendo el suelo. No crece hierba ni otras plantas. En lugar de añadir sal directamente al suelo, hay que disolverla en agua caliente y distribuirla con un pulverizador.
El vinagre también es una opción, pero con truco: mata las hojas, pero las raíces permanecen intactas, lo que permite que la hierba vuelva a crecer. Una mezcla de vinagre, zumo de limón y detergente distribuida mediante un pulverizador puede ser aún más eficaz, pero puede entrañar riesgos para la piel, los ojos e incluso los pulmones.
El bórax, o borato sódico, también es una alternativa más sostenible. Mezclado con agua y distribuido con un pulverizador, tiene un alto porcentaje de éxito en la lucha contra las malas hierbas. Extender hojas de periódico sobre las malas hierbas que quieras eliminar también es una opción, y puedes añadir tierra para evitar que se muevan con el viento. Sin embargo, siempre debes preocuparte por la biodegradabilidad del papel.
Incluso cuando se utilizan herbicidas naturales, siempre hay que tener cuidado con destruir el suelo, contaminar los recursos hídricos o la salud de quienes aplican estas recetas «caseras». Combinar estas recetas con una formación como aplicador de productos fitosanitarios puede ser algo a tener en cuenta para los agricultores más jóvenes y sin experiencia.