¿Cómo fue la tormenta que provocó la pantanada de Tous de 1982 en Valencia?

El 20 de octubre de 1982, una depresión aislada en niveles altos situada en el estrecho de Gibraltar provocó lluvias intensas con registros espectaculares quizá de hasta 1000 l/m2, lo que causó la rotura de la presa de Tous.

Pantanada
Imagen de Alzira inundada por la avecina del Júcar. Foto: Las Provincias (La huerta)

42 años se cumplen desde aquel trágico 20 de octubre de 1982, cuando los muros de la presa de Tous no soportaron las intensas lluvias que se habían estado produciendo y se vino abajo, provocando una gran avenida que arrasó localidades como Antella, Carcaixent, Gavarda o Sumacàrcer.

La posición estratégica de un embolsamiento de aire frío junto con la orografía del terreno y un mar Mediterráneo con una temperatura muy alta, son siempre los ingredientes que se necesitan para obtener un episodio de lluvias torrenciales en las regiones del Mediterráneo.

Situación sinóptica en 1982

Durante los días 15 y 16 de octubre, una potente borrasca se situó sobre las Islas Británicas, mientras que un anticiclón se encontraba al oeste de la península. Todo parecía indicar que sería la típica borrasca que nos enviaría sus sucesivos frentes hacia la península, pero el anticiclón se retiró un poco hacia el suroeste y eso cambió las cosas.

El día 18 una masa de aire cálido en altura se introdujo desde el Mediterráneo central hacia Alemania, Polonia y el sur de los Países Escandinavos, provocando una notable ondulación en la corriente en chorro que comenzó a formar una vaguada sobre la Península Ibérica. En la jornada siguiente las lluvias comenzaron sobre la vertiente mediterránea.

El escenario meteorológico donde se fraguó
La vaguada comenzó a estrangularse, se interrumpió el flujo de vientos del oeste y comenzó a formarse un área depresionaria en el Mediterráneo occidental. La corriente en chorro aisló completamente ese embolsamiento de aire frío sobre la península.

El día 20 la situación era impresionante, el anticiclón se extendía por el norte de la Península hacia el interior de Europa, mientras que una profunda DANA se situaba en la zona del Estrecho, acompañada de una baja en superficie en el norte de África. Entre el anticiclón y la borrasca, se estableció un flujo de vientos de levante bien definido en superficie.

En ese escenario proclive para el tiempo extremo creció un sistema convectivo de mesoescala que dejó centenares de litros de lluvia por metro cuadrado en poco tiempo.

Los días 21 y 22, la DANA fue desplazándose hacia el este, las lluvias dejaron de ser tan intensas cuando el viento comenzó a rolar y, poco a poco, el embolsamiento de aire frío fue absorbido por la circulación general.

Registros históricos ese 20 de octubre de 1982

Hasta hace unos años, la cifra de 1121 l/m2 en 24 horas recogidos en Cortes de Pallás (Valle de Ayora-Cofrents) se pensaba que era correcta, pero tras 40 años los expertos descubrieron que la real rondaba los 880 l/m2.

¿Por qué se rompió la presa?
El que fue el encargado de gestionar la crisis posterior y la reconstrucción, don Vicente Fullana, siempre ha mantenido que el problema fue meteorológico pero también de la propia infraestructura. Era un azud no una presa y, por tanto, no tenía la capacidad de retener una embestida de esta magnitud. El agua cubrió su único grupo electrógeno y fue imposible abrir los aliviaderos.

Los 1000 l/m2 nunca estuvieron verificados, la caseta fue inspeccionada por investigadores, donde la midieron y obtuvieron que el aljibe no pudo contener tanta agua. Esto no quiere decir que no cayeran más de 1000 l/m2 en alguna zona del macizo del Caroig, pero no puede afirmarse.

Cierta similitud entre la DANA que nos afecta en estos momentos y la de 1982

La posición de la baja es muy parecida a la de 1982, y su formación, como ya explicamos en un artículo publicado hace varios días, no dista mucho de la formación de hace 42 años.

Hasta el momento, la Agencia Estatal de Meteorología ha activado avisos rojos en el interior norte y litoral norte de la provincia de Valencia, y ya se han superado los 200 l/m2 en localidades del sur de Valencia, como Castelló, La Pobla Llarga o l’Alcúdia.