Cómo cuidar tu jardín en la temporada de lluvias: consejos para evitar errores comunes
La temporada de lluvias puede beneficiar el jardín, pero también causar problemas si no se toman precauciones. Descubre los errores más comunes y aprende a proteger tus plantas con algunos consejos sencillos.

La temporada de lluvias puede ser una bendición para el jardín, proporcionando el riego necesario sin esfuerzo adicional. Sin embargo, un exceso de agua también puede generar problemas como encharcamiento, enfermedades fúngicas y erosiones en el suelo.
Para mantener un jardín sano durante esta época de intensas y continuadas lluvias, es fundamental conocer los errores más comunes y cómo evitarlos. A continuación, se comparten recomendaciones clave para facilitar el buen desarrollo y mantenimiento de un jardín.
Importancia del cuidado del jardín en temporada de lluvias
El exceso de humedad puede traer beneficios, pero también riesgos para las plantas y el suelo. Tomar medidas preventivas ayudará a evitar problemas como plagas, enfermedades y erosiones. Estos problemas derivados de una mala gestión del agua de lluvia pueden suponer un desarrollo incorrecto de la vegetación que conforma cualquier jardín, estropeando su belleza visual.
Los errores que se pueden cometer a la hora de dirigir un jardín pueden ser infinitos, y nunca se pueden conocer con antelación, sin embargo, la prevención es clave para evitar riesgos mayores. Algunos ejemplos sencillos y muy útiles son los siguientes.
No revisar el drenaje del suelo
Un mal drenaje puede provocar encharcamientos que asfixian las raíces y favorecen la aparición de hongos. Para evitarlo:
- Airear la tierra con herramientas como un escarificador.
- Mezclar el suelo con arena o materia orgánica para mejorar su permeabilidad.
Acumulación de hojas y residuos
Las hojas caídas y otros desechos pueden convertirse en un foco de infecciones fúngicas y atraer plagas. Para prevenirlo:
- Barrer y retirar regularmente los residuos vegetales.
- Mantener las zonas de drenaje despejadas.
Falta de poda adecuada
El follaje denso retiene humedad y favorece la aparición de hongos. Para evitarlo:
- Realizar podas ligeras para mejorar la ventilación.
- Retirar ramas y hojas en exceso para evitar acumulación de agua.
Regar en exceso
Durante la temporada de lluvias, el riego adicional puede ser innecesario. Para controlarlo:
- Observar la humedad del suelo antes de regar.
- Reducir o eliminar el riego cuando haya precipitaciones frecuentes.

No proteger las plantas sensibles
Algunas especies son vulnerables al exceso de agua y pueden sufrir pudrición de raíces. Para protegerlas:
- Trasladar las macetas a zonas resguardadas.
- Usar coberturas protectoras para evitar el contacto directo con la lluvia.
Descuidar la fertilización
Las lluvias pueden lavar los nutrientes del suelo. Para mantener un buen equilibrio:
- Aplicar fertilizantes de liberación lenta o abonos orgánicos.
- Abonar en momentos en que la lluvia no sea intensa para evitar la pérdida de nutrientes.
Ignorar las plagas y enfermedades
El exceso de humedad siempre propicia la proliferación de hongos, bacterias y plagas. Para prevenirlo:
- Revisar regularmente las plantas en busca de signos de enfermedades.
- Aplicar tratamientos preventivos naturales o biológicos.

No prevenir la erosión del suelo
Las lluvias intensas pueden arrastrar la capa fértil del suelo. Para evitarlo:
- Colocar barreras naturales como piedras o paja.
- Plantar especies de cobertura que ayuden a retener la tierra.