Asteroide 2024 YR4: ¿cómo clasifica la escala de Turín el riesgo de impacto?

La escala de Turín clasifica el riesgo de impacto de asteroides y meteoros, desde inofensivos hasta potencialmente catastróficos. Te explicamos cómo funciona realmente esta herramienta.

Asteroide
Existe un sistema que permite clasificar los asteroides y meteoros próximos en función de su probabilidad de colisión

La posibilidad existe. Los asteroides pueden impactar sobre la Tierra y por eso tenemos una herramienta para establecer los riesgos. Se trata de la escala de Turín, un sistema que permite clasificar los asteroides y meteoros próximos en función de su probabilidad de colisión y su energía cinética. Al igual que los geólogos utilizan la escala de Richter para medir la magnitud de los terremotos, los astrónomos emplean la escala de Turín para clasificar los objetos espaciales cercanos a nuestro planeta.

¿Qué es la escala de Turín?

La escala de Turín fue ideada en 1995 por Richard P. Binzel, científico del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Inicialmente presentada en una conferencia de la ONU bajo el nombre de "Índice de peligrosidad de los objetos NEO" (Near Earth Objects), su utilización fue adoptada oficialmente para la comunidad científica y la comunicación pública.

Clasifica los asteroides en un rango del 0 al 10, donde el nivel 0 supone que prácticamente no hay posibilidad de impacto, con objetos que se desintegrarían en la atmósfera sin consecuencias. El nivel 1 indica un riesgo extremadamente bajo de impacto, sin motivo de preocupación pública. Los niveles del 2 al 4 representan eventos con posibilidad reducida de impacto, requiriendo atención científica para su estudio.

Entre el nivel 5 y 7, el riesgo de colisión es significativo y podría tener consecuencias a nivel local o regional. Finalmente, los niveles 8 a 10 indican impactos seguros con efectos devastadores, desde catástrofes regionales hasta la destrucción global del planeta.

Escala
La escala de Turín tiene distintos niveles de clasificación en función de la peligrosidad

Para establecer esta clasificación, se mide la energía del impacto en megatones. Un megatón equivale a un millón de toneladas de TNT, superando ampliamente el poder destructivo de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima, que fue de 13 kilotones.

Los asteroides con mayor riesgo de golpear la Tierra

Hasta hace relativamente poco, solo un asteroide había alcanzado un nivel superior a 1 en la escala de Turín. Se trata del 99942 Apophis, de 325 metros de diámetro, descubierto en junio de 2004. En diciembre de ese año, los cálculos de su trayectoria indicaron una posible aproximación en abril de 2029, con una probabilidad de impacto del 2,7%, lo que lo clasificó en nivel 4.

Asteroide
Hasta la fecha, la posibilidad de que un asteroide impacte sobre la Tierra es baja

Sin embargo, observaciones posteriores descartaron cualquier riesgo de colisión para esa fecha, aunque se prevé un nuevo acercamiento en 2060 con una probabilidad de impacto extremadamente baja (1 en 10 millones según datos de la NASA de 2014).

El asteroide 2024 YR4 tiene poco más de un 2% de probabilidades de impacto

En los últimos días ha irrumpido con fuerza el asteroide YR4, que ha obtenido el nivel 3 en esta escala. Los expertos de la NASA calculan que existe un 2,3% de probabilidades de que impacte en la Tierra, y los de la ESA las fijan actualmente en un 2,27%, aunque son valores que irán fluctuando, primero al alza y después a la baja. De confirmarse ese peor escenario, que es bastante improbable, el asteoride golpearía nuestro planeta del 22 de diciembre de 2032.

La ESA calcula que el 2024 YR4 debe tener un diámetro de entre 40 y 90 metros, por eso, y por la probabilidad de impacto, es un evento que "merece la atención de los astrónomos" según la agencia, y que por eso ha activado la observación en la comunidad de defensa planetaria.

Gracias a la escala de Turín, los astrónomos pueden evaluar y comunicar eficazmente el riesgo de impacto de asteroides, brindando tranquilidad al público y permitiendo un seguimiento adecuado de estos objetos. Por el momento, los expertos aseguran que en los próximos 100 años no se espera ningún impacto significativo, permitiendo que la humanidad continúe observando el cosmos sin preocupaciones inminentes.