¿Cómo arrancar el coche cuando hace mucho frío?

Aún no ha llegado el invierno, pero los termómetros ya están bajo cero en media España. Estas temperaturas heladoras derivan en algunos problemas, entre ellos la imposibilidad a veces de arrancar el coche.

Coche en invierno
Arrancar el coche cuando hace frío exige una serie de cuidados del vehículo, especialmente de la batería.

El invierno trae consigo un gran desafío para los motores de los coches: las bajas temperaturas. A medida que el mercurio desciende hasta rozar o superar el punto de congelación, las piezas mecánicas de los vehículos se enfrentan a condiciones para las que no están optimizadas, dificultando notablemente el encendido o arranque.

Por esta razón, cuidar el coche frente al frío extremo es esencial durante los meses invernales. Adoptar medidas específicas no sólo va a facilitar el arranque del motor, también va a reducir el desgaste en los distintos componentes del vehículo, preservando su vida útil. Siguiendo una serie de consejos, podrás garantizar un encendido más suave y evitar exigencias innecesarias en los sistemas internos del automóvil.

La batería, pieza clave del arranque

En las estaciones frías, especialmente durante el invierno, las baterías de los coches se enfrentan a un trabajo más exigente para poner en marcha el motor. Además, deben soportar el consumo adicional de sistemas eléctricos, como los desempañadores de los cristales traseros o los asientos calefactables, si el vehículo los incorpora. Por ello, es esencial asegurarse de que la batería esté en óptimas condiciones antes de arrancar el coche.

Para reducir el esfuerzo que la batería necesita al encender el motor, es recomendable desconectar todos los sistemas a bordo que consuman energía innecesariamente. Esto incluye elementos como la radio, la calefacción o cualquier dispositivo electrónico conectado. Las luces también deberían permanecer apagadas durante el arranque, ya que su consumo puede afectar negativamente el rendimiento de la batería en esos momentos críticos.

Además, en situaciones de frío extremo, existen métodos efectivos para ayudar a que la batería funcione mejor. Uno de ellos es calentarla ligeramente antes de arrancar. Para ello, se pueden usar alternativas seguras como colocar una bolsa con agua caliente o paños tibios previamente calentados en el microondas sobre la superficie de la batería durante unos 15 minutos.

Para reducir el esfuerzo que la batería necesita al encender el motor, es recomendable desconectar todos los sistemas a bordo que consuman energía innecesariamente.

Otra opción es utilizar un secador de pelo, manteniéndolo a una distancia segura de al menos 10 centímetros. Nunca se deben utilizar paños húmedos sobre los terminales, ni mojar la batería, acercar llamas abiertas o exceder las temperaturas recomendadas por el fabricante.

5 cosas que debes tener en cuenta en tu coche

A continuación os dejamos otras directrices para arrancar el coche cuando hace frío.

  1. Presionar a fondo el pedal del embrague antes de encender el motor: esta recomendación es válida para los vehículos con transmisión manual. Al hacerlo, se desacopla la transmisión, lo que reduce la carga sobre el motor de arranque incluso cuando el coche está en punto muerto.
  2. Evitar mantener la llave girada demasiado tiempo: si el motor no arranca al primer intento, no se debe insistir más de cinco segundos. Esto podría dañar tanto la batería como el motor de arranque. Es mejor esperar alrededor de 20 segundos antes de intentarlo de nuevo, permitiendo que la batería recupere parte de su energía.
  3. Activar varias veces los calentadores en motores diésel: antes de encender el motor, es recomendable girar el contacto hasta que la luz indicadora de los calentadores se apague, luego apagar y repetir el proceso unas dos o tres veces. Esto asegura que los calentadores alcancen la temperatura adecuada para facilitar el encendido.
  4. Estacionar en lugares protegidos: aparcar en un garaje es lo ideal durante el invierno, pero si no es posible, buscar un espacio resguardado del viento o donde no impacte directamente en la parte frontal del coche. Aparcar cerca de una farola puede ser de ayuda, ya que esta fuente de luz genera un poco de calor. Otra opción es cubrir el capó con una manta, lo que puede aumentar ligeramente la temperatura del motor y facilitar el arranque.
  5. Golpear suavemente el capó antes de encender el motor: este consejo es útil para asegurarse de que no haya animales, como gatos, refugiados en el vano motor buscando calor. Al encender el motor, las partes en movimiento podrían causarles lesiones graves. Unos golpes leves ayudarán a evitarlo.