¿Cómo afectaría vivir en Marte al cuerpo de las mujeres? Este es el objetivo de la misión Hypatia

Siete españolas se enfrentan a importantes desafíos fisiológicos, psicológicos y técnicos en un entorno que replica la atmósfera del planeta rojo, con el objetivo de mejorar la salud y la capacidad de resistencia de las mujeres en futuras misiones interplanetarias.

Mejorar la salud, la resistencia y el rendimiento de las astronautas en futuras misiones interplanetarias es esencial.

El desierto de Utah, en Estados Unidos, alberga la mayor instalación de investigación sobre la superficie del planeta Marte: la Mars Desert Research Station (MDRS).

Se trata de un hábitat de simulación marciana construida por una organización sin ánimo de lucro –la Mars Society– que aboga por la exploración y colonización del planeta rojo.

Desde hace unos días, la MDRS también es el hogar temporal de una tripulación exclusivamente femenina formada por siete científicas (más dos de reserva), todas ellas españolas, que forman parte de la misión Hypatia II.

El programa se ha hecho coincidir con la celebración el 11 de febrero del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, y tiene como objetivo estudiar los efectos que causaría en el cuerpo de las mujeres vivir en Marte.

¿Quiénes son las españolas que forman la misión?

El equipo, liderado por la comandante Ariadna Farrés, matemática, está integrado por investigadoras de diferentes disciplinas: la geóloga Marina Martínez, la ingeniera en telecomunicaciones Mònica Roca, la publicista Jennifer García, la nanotecnóloga Lucía Matamoros y las ingenieras aeroespaciales Laura González y Estel Blay.

Durante dos semanas, se enfrentan juntas a los desafíos fisiológicos, psicológicos y técnicos que tendrían que soportar las astronautas en una hipotética misión humana a Marte. Unos efectos que sí se han estudiado ya exhaustivamente respecto al organismo masculino.

Por eso, este proyecto también es una oportunidad para reducir la brecha de género en los datos científicos relacionados con los viajes espaciales. Y es que, en la actualidad, solo una de cada diez astronautas es mujer.

¿Qué pasaría con el cuerpo de las mujeres si habitásemos Marte?

Si llegáramos al planeta rojo, ¿qué nos ocurriría a las mujeres con la menstruación, los ritmos circadianos de sueño y otras variables biológicas relacionadas con el estrés, como la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y los niveles de oxígeno en sangre? Estos son algunos de los efectos que podemos esperar.

Diferencias fisiológicas en el espacio

Aunque los cuerpos de hombres y mujeres experimentan efectos similares en condiciones de microgravedad, hay diferencias clave que podrían afectar de manera distinta a las astronautas en una misión marciana.

Por ejemplo, las mujeres solemos tener una densidad ósea menor que los hombres, lo que nos hace más susceptibles a la pérdida ósea causada por la microgravedad.

Durante estancias prolongadas en el espacio, los astronautas pierden alrededor de un 1% de densidad ósea al mes. Este efecto podría ser mayor en el caso de las mujeres, lo que aumentaría el riesgo de sufrir osteoporosis y fracturas.

Por eso, una de las posibles soluciones a este pasaría por desarrollar rutinas de ejercicios y suplementos nutricionales para minorar estos efectos.

Efectos de la radiación en el cuerpo femenino

A diferencia de la Tierra, Marte no cuenta con una magnetosfera protectora, así que la exposición a la radiación es significativamente mayor.

La ciencia predice que, debido a diferencias en la estructura celular y las hormona, las mujeres somos más vulnerables a ciertos tipos de cáncer relacionados con la radiación, como el de mama y el de tiroides.

Así que el desarrollo de trajes espaciales con mayor protección también sería crucial para garantizar la seguridad de las astronautas.

Salud mental y fortaleza psicológica

Está científicamente comprobado que la soledad, el confinamiento y la distancia extrema de la Tierra pueden generar estrés, ansiedad y depresión.

Hasta ahora, diferentes estudios han demostrado que las mujeres solemos tener una mayor capacidad de adaptación a condiciones de aislamiento, lo que supondría una ventaja en misiones de larga duración.

Sobre este aspecto también ahondará la misión Hypatia II, que permitirá desarrollar soluciones para garantizar la salud, la resistencia y el rendimiento de las astronautas en futuras misiones interplanetarias. Algo imprescindible para asegurar el éxito de la humanidad en su camino hacia la conquista del espacio.