¿Cómo acabar con los pulgones? Las recomendaciones del agrónomo José David Díaz
Eliminar el pulgón de nuestras plantas y huerto es fundamental para asegurar un crecimiento y desarrollo adecuado. Podemos conseguirlo de manera segura empleando algunos métodos naturales o tratamientos específicos.
El temido pulgón es una de las plagas más comunes y dañinas que puede afectar a diferentes plantas y a los huertos. Estos pequeños pero dañinos insectos se alimentan de la savia de las plantas, debilitándolas y transmitiendo posteriormente enfermedades. En la actualidad, afortunadamente, existen numerosos métodos y trucos para combatir esta plaga de manera efectiva.
Eliminar el pulgón supone un mínimo conocimiento sobre los diferentes métodos que los aficionados a la agricultura tienen a su alcance, pudiéndose decantar por aquellos que más le convengan, o por aquellos que mejor se adapten a la situación y al grado de afectación de su huerto o plantas.
Métodos naturales
Son los métodos más recurridos y recomendados puesto que funcionan de manera natural, sin empleo de agentes de síntesis química y en la mayoría de los casos suelen ser efectivos.
Agua con jabón
Un método sencillo, archiconocido y en ocasiones eficaz para eliminar pulgones es el uso de una solución de agua con jabón. Su método de preparación se centra en emplear una cucharada de jabón líquido suave (sin detergentes agresivos) en un litro de agua y rociar esta mezcla sobre las plantas infestadas.
El jabón descompone la capa cerosa que protege a los pulgones, causándoles la muerte.
Aceites esenciales
Los aceites esenciales, como el aceite de neem, son muy eficaces para combatir los pulgones. Este aceite, también bastante conocido entre los aficionados a la agricultura, actúa como un insecticida natural, afectando el sistema hormonal de los pulgones y evitando que se alimenten y reproduzcan.
Plantas compañeras
Algunas plantas tienen propiedades repelentes que pueden ayudar a mantener a raya a los pulgones. Por ejemplo, la menta, la caléndula o incluso el ajo son ejemplos de plantas que pueden ser sembradas o plantadas cerca de las plantas susceptibles al ataque del pulgón.
Métodos biológicos
Los métodos biológicos son también bastante recomendados, ya que su función se basa en el empleo de insectos beneficiosos que actúan como depredadores naturales en el jardín.
Las mariquitas por ejemplo son conocidas por su capacidad devoradora de pulgones.
Métodos físicos
Dentro de los métodos físicos podemos destacar, por ejemplo, el riego a presión, una técnica en la que con un chorro fuerte de agua se puede desalojar a los pulgones de las plantas.
Para ello, se debe de emplear una manguera con un buen cabezal de rociado y aplicar agua a presión sobre las áreas infestadas.
Podas selectivas
En casos de infestaciones severas, la poda de las partes más afectadas de la planta puede ser necesaria. Recortar hojas y tallos infestados y desecharlos lejos del jardín para evitar la propagación de la plaga. Este método ayuda a reducir la población de pulgones de manera inmediata.
Métodos químicos
A nivel aficionado, solo se suele recurrir a los métodos químicos cuando los biológicos o naturales no surten efecto.
Insecticidas caseros
Existen varias recetas de insecticidas caseros que pueden ser efectivos contra los pulgones, una receta muy antigua y cuya acción no tiene base científica, compuesta de la mezcla de ajo, cebolla y pimienta licuados con agua y colados.
Insecticidas comerciales
Si bien los métodos naturales y biológicos son preferibles, en casos de infestaciones graves puede ser necesario recurrir a insecticidas comerciales. En este caso, es altamente recomendable leer detenidamente las dosis que se deben de aplicar, así como la forma de realizarlo, puesto que se requieren una serie de precauciones de importancia.
Se puede decir por tanto que eliminar el pulgón de nuestras plantas y huertos requiere un enfoque totalmente multifacético, donde se combinan métodos naturales, biológicos, físicos y, en última instancia, químicos. La clave, siempre recae en la prevención y la observación constante, asegurando que cualquier señal de infestación se trate de inmediato.