¿Colapsará el cambio climático la industria del vino?
Las investigaciones sobre el cambio climático siguen dando frutos de las futuras consecuencias. Atentos porque la industria del vino tendrá que adaptar variedades, zonas de cultivo y época de cosecha.
Nuevos datos sobre las futuras consecuencias del cambio climático en nuestro día a día: esta vez le ha tocado al vino… Una reciente investigación ha concluido que un aumento en la temperatura global de 2 oC respecto a la época preindustrial traería consigo una pérdida del 56% de la superficie idónea para el cultivo de la vid. Si el incremento térmico fuera mayor, de hasta 4 oC, la pérdida podría ascender hasta el 85%. Datos que ha publicado esta semana la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) en relación a un estudio liderado por el investigador de la Universidad de Alcalá Ignacio Morales-Castilla.
Para llegar a esta conclusión los investigadores crearon un modelo que analizaba elementos como el brote y maduración de la uva para once variedades diferentes y el clima en el que se cultivan actualmente. Las variedades objeto de estudio han sido: Cabernet-Sauvignon, Chasselas, Chardonnay, Garnacha, Merlot, Monastrell, Pinot noir, Riesling, Sauvignon blanc y Ugni blanc.
Los factores meteorológicos que más influirían en las pérdidas estarían relacionados con la distribución e intensidad de la precipitación y las altas temperaturas. Estos cambios de patrón podrían dañar las plantas, acelerar la maduración o provocar un sabor demasiado dulce en el fruto.
Países perjudicados vs. países beneficiados
Según esta investigación, algunos países sufrirían mayores pérdidas que otros. Los países con temperaturas más cálidas estarían menos capacitados para compensar estas pérdidas futuras. Italia, España, Grecia y en general todo el sur de Europa serían las zonas más perjudicadas.
En cambio, países ubicados a mayor latitud como Reino Unido o Alemania serían más adecuados para variedades de maduración temprana que se desplazan hacia el norte, lo que aumentaría la competencia sobre los países tradicionalmente productores de vino.
Una vez más tocará adaptarse
Este estudio arroja, a pesar de todo, un haz de luz. Si se replantean las áreas de cultivo de la vid actual a variedades de uva más adecuadas a las nuevas condiciones, un incremento de 2 ºC en la temperatura global acabaría solo con el 24% de la superficie cultivada. Si el aumento fuera de 4 oC se perdería hasta un 58% de la superficie. No obstante, replantear estas áreas y replantar viñedos serían tareas muy costosas. Además, cambiaría el sabor de los vinos.
Otro problema que entraría en juego sería la nomenclatura de los vinos como, por ejemplo, la denominación champán que solo puede usarse si el vino procede de la región de Champagne en Francia.
En este estudio no se analizan las más de 1.100 variedades de uva de vinificación, tan solo se ha tomado como referencia una pequeña muestra a nivel mundial, por lo que queda mucho recorrido en este sentido. Se evidencian, asimismo, sus limitaciones como el potencial de algunas variedades que puedan adaptarse a medida que el clima continúe calentándose.
Evidencias del cambio climático en la vid
La revista European Geosciencies Union publicó otro estudio el pasado año en el que ya se evidencian algunas de las consecuencias que el cambio climático está dejando en los viñedos en la región francesa de Borgoña. Se analizaron datos de las cosechas de las uvas desde el año 1354 concluyendo que desde 1988 las cosechas se habían adelantado trece días. Hasta entonces la fecha de la cosecha de la vid en esta región de Francia solía tener lugar alrededor del 28 de septiembre. Se calcula que para el año 2050 la cosecha se adelantará hasta mediados del mes de agosto.
Este dato es importante ya que el momento de recogida de la uva influye en el vino resultante. Si las uvas pasan más tiempo en la viña tienen un sabor más dulce y el vino será más alcohólico.