Chorradores de Navarrés: piscinas naturales, cascadas y rutas a una hora de Alicante

Te proponemos una excursión a este bellísimo paraje, donde el agua domina el paisaje y permite refrescantes baños con los que aplacar el calor veraniego. Muy cerca es posible disfrutar de otras interesantes actividades para explorar el interior de Valencia.

El agua es la absoluta protagonista en este bello paraje valenciano.

Si durante las vacaciones veraniegas tienes previsto acercarte a la Comunidad Valenciana, te sugerimos una excursión a un bucólico paraje que tiene como protagonistas el agua y una frondosa vegetación.

Se trata de los Chorradores de Navarrés, a una hora de Alicante en coche y una excusa perfecta para conocer las zonas con más valor ambiental y paisajístico de la comarca de La Canal de Navarrés, en el interior de la provincia de Valencia.

Para disfrutarlo al máximo sólo necesitas un buen calzado y estar dispuesto a remojarte en las cristalinas y frescas aguas del río Sellent. Comenzamos la aventura.

¿Cómo llegar al paraje?

Si inicias el recorrido desde Valencia, deberás tomar la A7 en sentido Alicante hasta la salida 396. Desde ahí hay que enlazar con la CV 590 y, posteriormente, con la CV 580 hasta llegar al municipio de Navarrés.

Una vez allí, hay que seguir en dirección a Quesa hasta un aparcamiento público situado a mano derecha de la carretera, en el lecho del barranco del Barcal.

Parte de la ruta senderista de los Chorradores de Navarrés.

Aunque en temporada baja el estacionamiento es gratuito, en épocas de mayor afluencia de público se cobra una tasa de 3 euros por coche y 2 por motos.

También es posible acercarse a pie desde el pueblo a través del sendero de Escalona-Los Chorradores, que conecta el municipio de Navarrés con este y otros parajes del término municipal.

¿Qué hacer en los Chorradores de Navarrés?

El senderismo es la actividad reina (y necesaria) para esta visita. Hay varias rutas bien señalizadas que permiten explorar este fantástico entorno natural y que varían en dificultad, por lo que son adecuadas tanto para familias con niños como para excursionistas más experimentados.

Nos centraremos en la ruta principal, de tipo circular, que recorre a lo largo de 10 kilómetros distintas cascadas y pozas, y ofrece vistas espectaculares y también la oportunidad de darse un estimulante baño.

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El recorrido comienza con un descenso excavado en la roca hasta llegar a la Fuente Clara y una pequeña cueva regada por una cortina de agua. Después, el camino discurre entre chopos, higueras y tarayes hasta llegar a un bello salto de agua.

Siguiendo el riachuelo, que a veces deberemos atravesar caminando sobre grandes piedras, se llega al Azud de la Badina Migas, zona de baño, y luego a otro salto de agua justo antes de alcanzar el área de descanso Fuente de la Higuera, perfecta para reponer fuerzas.

Con suerte, por el camino podremos contemplar al colorido martín pescador, alguna rata de agua nadando, así como libélulas y mariposas.

Otras actividades para realizar en la zona

Cerca de este paraje, junto a la misma carretera a Quesa, se encuentra el Pozo de las Quebradas, un auténtico balneario al aire libre de aguas termales ricas en sales de hierro y de propiedades curativas.

Los amantes del barranquismo de iniciación tienen el Gorgo de la Escalera a solo 15 minutos en coche y a poco más de 500 metros del casco urbano de Anna (saliendo del pueblo en dirección Estubeny).

Saltos de agua en el Gorgo de la Escalera.

Merece la pena bajar (y luego subir) los 136 peldaños que dan acceso al paraje para sumergirse en las pozas del río. Un sitio ideal para relajarse con el sonido del agua que se precipita en forma de cascada en las profundidades del barranco, y que en otros tiempos se aprovechó para producir electricidad.

Y si lo tuyo es el enoturismo, la zona ofrece la posibilidad de visitar alguna de las bodegas de Agullent y realizar catas para disfrutar de sus excelentes caldos. Otra opción es acercarse a Tous para explorar sus numerosas simas formadas por la composición caliza del terreno y por las que discurren los ríos Escalona y Júcar.

Entre este municipio y Millares se encuentra un embalse tristemente conocido por su desmoronamiento en 1982, lo que dejó ocho víctimas mortales y quedó grabado a fuego en los corazones de los habitantes de la comarca valenciana de La Ribera.