Chirimoya: propiedades y beneficios de esta fruta tropical de otoño

Producto típicamente andino, chirimoya en quechua significa "semilla fría", ya que germina en altitudes elevadas. ¿Te has preguntado alguna vez por qué aparece siempre en otoño? Aquí te damos la respuesta.

Chirimoya
Entre sus múltiples propiedades, la chirimoya resulta efectiva en casos de gastritis o acidez, ya que su ph alcalino equilibra los ácidos estomacales y proporciona alivio a personas que sufren de malestares digestivos.

Pese a ser un fruto tropical que proviene de climas cálidos, la chirimoya es una fruta que disfrutamos especialmente ahora, en otoño. Y es que este suculento alimento, verde por fuera y blanco por dentro, proviene de regiones de América del Sur, pero hoy en día se cultiva en muchas partes del mundo, incluyendo zonas de España, especialmente en la Costa Tropical de Granada-Málaga.

Una gran fuente natural de vitaminas y minerales

La chirimoya destaca por su alta concentración de nutrientes esenciales que la convierten en una gran aliada para el bienestar general. Su aporte en vitamina C, potasio, magnesio y fibra la hace beneficiosa para la salud cardiovascular, el sistema inmunológico y la digestión.

La vitamina C es clave para fortalecer las defensas, lo cual es especialmente valioso en épocas de frío, cuando el sistema inmune puede estar más vulnerable.

Además de sus vitaminas, la chirimoya contiene antioxidantes naturales, como la acetogenina, que ayudan a combatir los radicales libres, protegiendo a las células del envejecimiento y reduciendo el riesgo de enfermedades degenerativas. El potasio que contiene es también fundamental para mantener un buen equilibrio electrolítico en el organismo, lo cual contribuye a regular la presión arterial, y el magnesio ayuda a reducir el estrés y a mejorar la salud ósea y muscular.

Una buena aliada para el corazón y el sistema digestivo

Entre los beneficios de la chirimoya, destaca especialmente su capacidad para cuidar la salud cardiovascular. Gracias a su alto contenido en potasio y fibra, esta fruta ayuda a reducir el colesterol malo (LDL) y a mantener los niveles de colesterol bueno (HDL), lo que favorece el correcto funcionamiento del corazón y de los vasos sanguíneos.

Otro de los beneficios importantes de este alimento es su fibra, que ayuda a prevenir el estreñimiento y favorece el tránsito intestinal. A su vez, contribuye a la regulación de los niveles de azúcar en la sangre, haciendo de la chirimoya una opción saludable para personas que buscan controlar su peso o padecen problemas de glucosa, siempre y cuando se consuma con moderación.

Además, su aporte de vitamina C no solo protege el sistema inmunológico, sino que también mejora la elasticidad de las arterias, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Contraindicaciones y recomendaciones en su consumo

Lo cierto es que, aunque la chirimoya es segura y nutritiva, también tiene su parte algo menos beneficiosa, especialmente si se abusa de ella. Su alto contenido de azúcar puede ser un inconveniente para personas con diabetes, por lo que se recomienda consumir con moderación o consultar con un profesional.

Semillas de la chirimoya
Es importante saber que las semillas de la chirimoya contienen sustancias tóxicas, por lo que se deben retirar antes de consumir la pulpa.

También es aconsejable para personas con alergias probarla inicialmente en pequeñas cantidades. Las mujeres embarazadas pueden beneficiarse de su aporte nutricional, aunque deben consumirla moderadamente. En general, una o dos piezas por semana son suficientes para aprovechar sus beneficios sin aumentar demasiado el azúcar.

Pese a esas pequeñas contraindicaciones, está claro que la chirimoya es un superalimento que debemos incorporar en nuestra dieta. Como último detalle, destacar que estudios científicos han demostrado en ratones lo que muchas culturas, especialmente en México, ya conocían y aplicaban en sus remedios caseros: el poder de la chirimoya para aliviar la depresión, el estrés y la melancolía.