Castores en el río Guadalquivir, ¿una reintroducción exitosa o un peligro para el entorno?
La expansión de los castores en el río Guadalquivir en los últimos 10 años ha abierto muchas dudas sobre su origen y si afectarán al ecosistema de la zona. Respondemos a las incógnitas abiertas.
Extinguidos en España desde hace más de un siglo, los castores han vuelto a hacer su aparición en la península ibérica. Concretamente, en el río Guadalquivir a su paso por la provincia de Jaén. Y está claro que no han llegado hasta allí por sí solos. Han sido los investigadores del WildLife-Lab, la Asociación Centro de Estudios Faunísticos y Ambientales, la EBD-CSIC y la Universidad de Huelva los que han confirmado su presencia.
El descubrimiento ha quedado documentado en un artículo de Galemys, la publicación de la Sociedad Española para la conservación y estudio de los mamíferos. En él se habla de la importancia de la presencia del castor en esta zona, aunque aún se desconoce si se trata de la especie europea o americana.
¿De dónde proceden los castores del río Guadalquivir?
El informe de la Sociedad Española sugiere que la llegada de estos castores podría ser el resultado de una introducción irregular, un fenómeno que ya se había observado en otras partes de nuestro país.
El castor europeo, antaño común en la península Ibérica y Europa, se extinguió debido a la caza indiscriminada en el pasado. A finales del siglo XIX, quedaban apenas 1200 ejemplares en ocho poblaciones europeas, siendo la del Bajo Ródano en Francia la más cercana a la Península.
Su llegada al Guadalquivir se debe a una introducción irregular por parte de supuestos activistas amantes de los animales del norte de Europa.
La recuperación de la especie en Europa comenzó en 1922 con su reintroducción en Suecia, y se ha ido extendido a más de veinte países, a veces de manera irregular. En España, su presencia se registró por primera vez en 2003, cuando 18 ejemplares fueron liberados sin autorización en el río Ebro. Más recientemente, se ha informado de su presencia en el río Tormes, un afluente del Duero, en los Parques Naturales Arribes del Duero y do Douro Internacional.
En junio de 2023, los investigadores recibieron informes sobre posibles rastros de castor en el río Guadalquivir, concretamente en Villatorres y Torreblascopedro, en Jaén. Una prospección posterior confirmó su presencia, evidenciada por huellas frescas y roeduras en los troncos de la orilla.
La distancia considerable desde las áreas de distribución conocidas en la península (365 kilómetros) sugiere que su llegada al Guadalquivir se debe a una introducción irregular por parte de supuestos activistas amantes de los animales del norte de Europa.
¿Qué va a pasar con los castores del Guadalquivir
La identificación específica de la especie, ya sea el castor europeo, lo más probable, o el castor americano, es crucial, considerando que la primera está protegida en España, mientras que la segunda es una especie exótica.
Además, los investigadores resaltan la importancia de implementar rápidamente un protocolo de seguimiento para evaluar la magnitud y evolución de la población. Este descubrimiento plantea preguntas decisivas sobre la ecología y el impacto ambiental, estableciendo el escenario para futuras investigaciones y medidas de conservación.
Biólogos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, emplazados en el Parque de Doñana, han comentado la asombrosa velocidad de los castores. Aseguran que son capaces de roer la madera muy rápido, dejando una marca distintiva en troncos caídos y cortados con un bisel característico, como si hubieran sido cortados a machetazos. También han hablado de la destreza única del castor a la hora de cortar la madera, dando forma a troncos con un distintivo bisel, asemejándose al acto de afilar un lápiz.
¿Cómo afecta el castor a los ecosistemas?
En cualquier caso, las peculiares obras de ingeniería realizadas por los castores conllevan un impacto significativo en los ecosistemas. Pueden alterar el régimen anual de descarga de los ríos, reduciendo la velocidad de las corrientes, ampliando las áreas de suelos inundados y aumentando la retención de sedimentos y materia orgánica.
Este proceso, a su vez, propicia la creación de hábitats propicios para el desarrollo de especies exóticas, generando un cambio notable en la biodiversidad del entorno.
Referencia de la noticia
El castor aparece en la cuenca del Guadalquivir
Daniel Burón, Jacinto Román & Javier Calzada. 2023.