Caos en los Países Bajos por la borrasca Friederike, ¡rachas de 140km/h!
En los Países Bajos el vendaval, que ha dejado ráfagas de hasta 140 kilómetros horas, ha segado la vida de 3 personas, interrumpido el transporte público y dejado daños por valor de millones de euros.
El servicio meteorológico nacional de los Países Bajos, el KNMI, acaba de retirar los avisos por viento que se extendían de este a oeste todo el país. En las últimas 24 horas la borrasca Friederike ha segado la vida de 3 personas, sembrado el caos en los transportes y dejado, según las primeras estimaciones, daños valorados en varios millones de euros. Ahora la tormenta se desplaza rápidamente hacia el oriente de Europa, zarandeando a Alemania, Polonia y la República Checa.
Esta borrasca ha sido una de las más intensas vividas en los Países Bajos. Desde las primeras observaciones, que datan de 1901, solo se han registrado seis tormentas más violentas que Friederike. Los puertos, las estaciones de autobuses, de trenes y los aeropuertos hoy han permanecido cerrados durante horas. Los desperfectos han obligado a cortar numerosas carreteras, muchas de ellas plagadas de camiones tumbados por el viento.
Todo el este y norte de Holanda, Utrecht o Flevoland hasta el mediodía permanecían en código rojo –riesgo extremo- por las fortísimas rachas de viento. El KNMI esta mañana aconsejaba no salir de casa. Fuera las ráfagas llegaban a los 140 kilómetros por hora. Según el portal meteorológico Weerplaza, en De Bilt, una localidad de la provincia de Utrecht, se ha registrado una racha máxima de 122km/h, la más fuerte medida en el observatorio desde 1990.
Rotterdam ha sido una de las ciudades más afectadas por el vendaval. La tormenta ha arrancado el techo de una hilera completa de casas en el distrito de Charlois, y los árboles caídos se cuentan por decenas. Los troncos y los escombros han dañado muchísimos vehículos estacionados.
En el municipio de Gavenmoer el viento ha sacado a un autobús de la calzada y el conductor, que ha resultado herido, no ha podido evitar chocar contra un árbol. Cinco niños han acabado también con heridas de diversa consideración que aún no han trascendido.