Cambios en el tiempo de Semana Santa en España: dos meteorólogos de Meteored desvelan información clave

Dos de nuestros experimentados meteorólogos hacen un repaso de los fenómenos meteorológicos que se han visto agravados en España estas últimas primaveras, afectando directamente al tiempo de Semana Santa.

Lluvia fuerte en Semana Santa
Los fenómenos meteorológicos que afectan a la primavera parecen ser cada vez más adversos.

Esta mañana tres expertos de Meteored han comparecido ante los medios de comunicación para abordar el tiempo previsto esta Semana Santa. El modelo de referencia en Meteored, el del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo, ya está puliendo aristas en su predicción para mediados de abril y comienzan a verse los fenómenos más probables, apuntando hacia un período eminentemente inestable en España.

Lo que el climatólogo Samuel Biener hoy ha presentado en el webinar aún son tendencias con una incertidumbre elevada. Sin embargo, se debe tener en cuenta que sus conclusiones tienen origen en un marco más amplio, cuyas particularidades ya no ofrecen dudas. Este mes de abril transcurrirá en un mundo más beligerante que hace unas décadas, con temperaturas altas en tierra, mar y aire que ofrecen a las nubes un extra de energía que se convierte en lluvias y tormentas más intensas.

Los meteorólogos José Miguel Viñas y Francisco Martín han hablado de los fenómenos que nos deben preocupar en esta y en las semanas santas venideras, según los últimos estudios.

José Miguel Viñas: cada vez nos preocupan más los avisos por tiempo extremo en Semana Santa

J. M. Viñas.- El forzamiento provocado por el calentamiento global se manifiesta cada vez de manera más clara, con unos impactos de una magnitud creciente, lo que da como resultado un número mayor de fenómenos meteorológicos extremos de alto impacto a lo largo de todo el año. La primavera no es una excepción, por lo que el tiempo de las semanas santas se mostrará cada vez más adverso.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM), a través de su último Informe sobre el estado del clima mundial, constata que en estos momentos el calentamiento global (promediado en varias décadas) se sitúa entre 1,3 y 1,4 ºC, con respecto a la temperatura del periodo de referencia 1850-1900, habiéndose alcanzado en 2024 una anomalía de +1,6 ºC.

A escala global, cada uno de los diez últimos años ha estado entre los más cálidos jamás registrados, siendo 2024, hasta la fecha, el año récord. Por otro lado, el contenido de calor de los océanos ha marcado un nuevo máximo histórico en cada uno de los últimos ocho años.

La cantidad de vapor de agua presente en la atmósfera alcanzó un récord destacado en 2024, en paralelo al aumento en el número de episodios en el que se produjeron precipitaciones de elevada intensidad.

Esta circunstancia está aportando una gran cantidad de vapor de agua y energía calorífica a la parte baja de la atmósfera, donde tienen lugar los fenómenos meteorológicos, lo que está fortaleciéndolos, amén de las alteraciones que empiezan a observarse en la circulación atmosférica.

A la vista de lo que estamos observando y de las proyecciones del clima futuro, contemplando desde esta perspectiva la Semana Santa, estamos llegando a un punto en que el foco de atención de las predicciones meteorológicas va a pasar de ser el riesgo de lluvia durante las procesiones a los avisos por tiempo extremo, algo que se puede comprobar, por ejemplo, en las inundaciones que hemos tenido recientemente al paso del tren de borrascas.

Francisco Martín: las altas temperaturas de los mares circundantes podrían estar agravando los fenómenos que nos afectan

F. Martín.- Las lluvias de marzo han significado un golpe duro para las sequías meteorológica, hidrológica, agrícola y económica. Los embalses están llenos, los ríos caudalosos, ha habido desbordamientos, inundaciones, pérdida de vidas humanas y daños económicos. Este escenario es muy poco usual a estas alturas del año y refleja esa nueva realidad climática.

Ahora los suelos están saturados y estamos muy pendientes de los deshielos, porque hay mucha nieve en algunas cordilleras y un episodio de altas temperaturas podría convertir el deshielo continuo en súbito. Estas precipitaciones, que en muchos casos no tienen precedentes entre los datos históricos, pueden tener relación con las anomalías de temperaturas que muestran las superficies de los mares circundantes.

Según Berkeley Earth, el año 2025 volverá a ser muy cálido en todo el mundo, con una probabilidad que sea el más cálido de un 38%, el segundo de un 45% y el tercero de un 17%. Que sea el cuarto o inferior apenas se precia con un 1% de probabilidades. Con esto, las temperaturas superficiales de los mares seguirán altas, suponiendo más gasolina de primera para los episodios de lluvias.

Evolución en el promedio de la temperatura global registrada en la Tierra. Fuente: Berkeley Earth.

Tras un marzo tan lluvioso, es de esperar que la vegetación crezca trayendo problemas de polen y alergias, así como mucho material que se secará al final de esta estación, en verano y principios de otoño aumentando el riesgo de ignición.

En el mes de marzo la estratosfera sobre el Ártico registró un brusco incremento de temperaturas, lo que se conoce como un ‘calentamiento súbito estratosférico’. Esto, potencialmente, podría resultar en días de tiempo invernal en zonas de Norteamérica y Eurasia de cara a mediados o finales de abril, justo donde se encuadra esta Semana Santa.

Los pronósticos predicen que este será un "calentamiento estratosférico final" y que producirá importantes alteraciones del vórtice polar que podrán comunicarse con la troposfera y alterar la corriente en chorro. En cualquier caso, ya es primavera y cualquier invasión de aire ártico que baje hacia Europa no se sentirá tan frío. Nuestro modelo de predicción de referencia podría estar mostrando ya los efectos de ese calentamiento, con bloqueos anticiclónicos en latitudes altas que podrían conducir hacia España de nuevo borrascas y masas de aire frío.