Calor y temperatura: no son lo mismo
Se acercan, o ya están aquí, los meses cálidos del año en el Hemisferio Norte, y coloquialmente hablamos de calor y de temperaturas de forma casi similar. Pero estos términos no son lo mismo. A continuación descubrimos las principales diferencias entre ambos conceptos.
Se acercan, o ya están aquí, los meses cálidos del año en el Hemisferio Norte, y coloquialmente hablamos de calor y de temperaturas de forma casi similar. Pero estos términos no son lo mismo desde el punto de vista de la Física.
A veces hemos oído en los meses cálidos de primavera y verano: “sube el calor, el calor aprieta, se espera una semana de fuerte calor,… “ y así sucesivamente. Se emplea el calor como sinónimo de temperatura altas o ´persistentemente altas. Estos dos términos llevan vidas paralelas pero nunca se “cruzan” o deben cruzarse o intercambiarse de forma alegre.
El calor es una forma de energía y se mide en el Sistema Internacional de Unidades en Julio, aunque también se usa con frecuencia la caloría o kilocaloría. La temperatura es una unidad intrínseca del estado térmico de una sustancia, independiente de su tamaño, y se mide en ºC, ºF, ºK, etc... Cuando medimos la temperatura en una garita meteorológica no se hace referencia al aparato de medida.
Cuando el sol calienta la tierra, ésta calienta el aire y su temperatura aumenta. Cuando la superficie de la tierra se enfría, baja la temperatura. Por eso se oye hace calor o hace frío, o se dice ¡qué calor hace o qué frío! sinónimo de temperaturas altas o frías según el caso. Sin embargo, calor y temperatura son conceptos diferentes y no sinónimos en términos absolutos.
El calor se puede asimilar a la energía total del movimiento molecular en una sustancia, mientras temperatura es una medida de la energía molecular media. El calor depende de la velocidad de las partículas, su número, su tamaño y su tipo. La temperatura no depende del tamaño, ni del número o del tipo. Las temperaturas más altas tienen lugar cuando las moléculas se están moviendo, vibrando y rotando con mayor energía.
Si al aire le añadimos/quitamos calor por una fuente cercana (por ejemplo, el suelo) la temperatura aumenta/disminuye. Por dicho motivo asociamos mentalmente el que hace calor con temperaturas altas: cuando hace (o damos) calor/energía, la temperatura sube. Pero la temperatura del aire puede subir o bajar por otros procesos atmosféricos no relacionados con el calor. Por ejemplo, la entrada de aire del sur y desde el norte de África o por aire en descenso se pueden causar subidas de la temperatura, sin que se le suministre calor a dicha masa de aire.
Se hablará de subida, bajada o de anomalía de temperaturas para la época del año, pero no se dice o se debe evitar que mañana subirá el calor o que las anomalías de calor son positivas respecto a los valores normales, o los termómetros muestran un alto calor en estos momentos, el calor que mide el termómetro es de 37ºC…
Temperatura y calor no son términos equivalentes en meteorología ni se deben intercambiar alegremente en el lenguaje coloquial. Cada uno tiene un lugar y un sitio claro en el mundo de los términos meteorológicos. Vidas paralelas que no se deben cruzar.