Calor nocturno de récord en España justo cuando se anuncia que es el más peligroso, ¿qué impacto está teniendo?
En los últimos días el calor nocturno ha tomado protagonismo al diurno. Se han producido récords de temperatura mínima y de temperatura del agua del mar en zonas costeras españolas. ¿A qué se deben?
En estos veintidós días de julio en gran parte del interior, sur y este peninsular, así como en Baleares, se han encadenado un sinfín de noches tropicales y tórridas dificultando mucho conciliar el sueño. Las temperaturas altas por la noche son más peligrosas que las del mediodía, indagamos las causas.
El Mediterráneo, bomba de calor
La persistencia de las altas temperaturas en las últimas semanas y la ausencia de vientos fuertes ha dado lugar a una ola de calor marina en buena parte del Mediterráneo occidental. Las anomalías en la temperatura superficial del agua del mar superan ya los +4 ºC en aguas que rodean Córcega, Cerdeña, Sicilia y norte de África, incluyendo al sureste de la península Ibérica. En algunas zonas esta anomalía alcanza ya los +5 ºC.
Las boyas de Puertos del Estado que envuelven aguas españolas registran valores espectaculares de temperatura superficial del agua del mar y todavía queda más de un mes de subida. La boya de Dragonera (Baleares) alcanzó los 29.8 ºC el pasado miércoles y la boya de Valencia los 28.5 ºC.
Un mar tan caliente implica temperaturas nocturnas muy elevadas en zonas litorales y un aumento de la humedad relativa y la sensación de bochorno. Con todo ello, es muy probable que en lo que resta de julio y en agosto las temperaturas nocturnas vuelvan a ser noticia en muchas ciudades mediterráneas.
El calor nocturno, una amenaza para la salud
El calor nocturno puede llegar a ser más peligroso que el diurno porque impide un adecuado descanso. Según apuntan varios estudios, más de 60.000 personas murieron por condiciones de salud relacionadas con las altas temperaturas en Europa entre mayo y septiembre de 2022. El calor nocturno impide un correcto descanso y agrava enfermedades preexistentes cardiovasculares y respiratorias.
Aunque el calor nocturno es una característica intrínseca del verano mediterráneo, el cambio climático está amplificando el problema. En las grandes urbes el calor nocturno se ve potenciado por un factor extra: el efecto isla de calor.
Grados de calor nocturno, de noche tropical a "infernal"
La peligrosidad del calor nocturno depende de diversos umbrales que se han establecido en relación a la temperatura mínima alcanzada durante la noche.
- Noche tropical: temperatura mínima ≥ 20ºC
- Noche tórrida: temperatura mínima ≥ 25ºC
- Noche infernal: temperatura mínima ≥ 30ºC
Los problemas de salud y la tasa de mortalidad aumentan con las noches tórridas y muy especialmente las "infernales" debido a que al principio de la noche, la temperatura puede estar muy por encima de los 25/30 ºC.
El pasado jueves, en Málaga asistimos a un ejemplo de noche infernal. La temperatura mínima en el aeropuerto fue de 31.6ºC lo que supone un nuevo récord absoluto superado además en un amplio margen (más de 2ºC). El récord anterior databa de agosto de 1949. Así mismo, se batieron récords de temperatura mínima en otras ocho estaciones: Murcia, Alcantarilla, Alicante, Albacete, Castellón, Tortosa (Tarragona), puerto y aeropuerto de Palma (Baleares).
¿El refrigerador Mediterráneo en declive?
Un Mediterráneo cada vez más caliente se debe a factores a gran escala como la intensidad de los anticiclones, la mayor frecuencia de olas de calor intensas o el reciente fenómeno conocido como cúpula de calor. Otros son a escala más regional, como la disminución en el número de días de viento fuerte de Tramontana. Este viento es el refrigerador más importante del Mediterráneo occidental ayudando a rebajar el exceso de calor acumulado en verano.
Sergi Corral ha hecho un recuento del número anual de días de Tramontana fuerte (racha ≥ 50 Km/h) en la localidad de L’Escala (Ampurdán, Girona). La serie se remonta hasta el 2005 pero los resultados son reveladores: la Tramontana está desapareciendo de la zona y en 2022 se registró un nuevo mínimo con apenas 41 días de Tramontana cuando lo normal sería tener 100 días.
Esta disminución ligada a cambios en la circulación atmosférica podría tener grandes repercusiones porque la atmósfera actúa como un efecto dominó: si tiras un ficha puede iniciarse un efecto en cadena con resultados difíciles de imaginar.