El calor extremo de estos días podría ser la nueva "Pantanada de Tous"
El impacto social de esta ola de calor se asemeja a la que hubo con la Pantanada de Tous. Aquellas inundaciones de 1982 cambiaron para siempre en España las previsiones meteorológicas, ¿que traerán las altas temperaturas de nuevo?
Meteorológicamente, tienen poco que ver estos dos eventos extremos. Y tampoco ha llegado el momento de hacer apología de las lluvias torrenciales, ligando el mar Mediterráneo caldeado, que sí tenemos, con un otoño de diluvios de proporciones bíblicas. Eso ya se verá. Vamos a equiparar una catástrofe con otra porque ambos episodios tienen en común su alto impacto social y económico. La Pantanada de Tous, aunque dio la vuelta al mundo, fue algo local que segó la vida de casi una decena personas y frustró la de otras miles en la cuenca del Júcar.
Tales fueron las sensibilidades despertadas, que los meteorólogos de entonces, y aún de hoy como Ángel Rivera o nuestro Francisco Martín, asumen que Tous cambió para siempre la forma de abordar las previsiones meteorológicas. Aquellos 1000 litros por metro cuadrado de Casa del Barón se parecen, en su anomalía, a los cinco registros de temperatura media diaria nacional que estos días se han colado en el top diez de valores extremos desde el año 1941, tal y como el viernes recabó el experto de AEMET César Rodríguez Ballesteros.
Las olas de calor no resultan tan vistosas como las avenidas de agua y barro que arrastran todo a su paso. No quedan tan potentes en pantalla. Las informaciones se salvan con playas a reventar, abanicos y termómetros callejeros que marcan temperaturas del Valle de la Muerte. Las imágenes en general son bastante amables. Sin embargo, esconden el drama de numerosas personas que ven agravadas sus enfermedades por el calor sofocante y muchas de ellas, de hecho, fallecen. Según el Instituto de Salud Carlos III, las muertes atribuibles a las altas temperaturas de estos días en España ya han superado el millar. La Organización Mundial de la Salud ha llegado a hablar de 1700 defunciones sumando las de Portugal.
El fuego de los incendios frente al lodo de las inundaciones
Si algo ha tocado la fibra sensible han sido los incendios, que ya han calcinado cerca de 200.000 hectáreas en nuestro país al estar sumidas en un estrés hídrico importante por la ausencia de precipitaciones, además de otras muchas disfunciones. El siniestro de la sierra de la Culebra o el que devastó las montañas de Mijas son los máximos exponentes de una temporada que ya es tildada como la peor del siglo, y aún queda demasiado verano.
La esperanza es que este verano abrasador sirva para asumir que estamos viviendo un clima cada vez menos confortable que requiere de planificación. Desde hace años. Debe ser una llamada de atención como lo fue la Pantanada para que, por ejemplo, los horarios laborales a la intemperie sean razonables en estas fechas, sobre todo cuando se activan avisos desde la AEMET. Estos últimos tendrían que ser contemplados siempre por consistorios, empresarios y coordinadores de cualquier actividad, porque esto mismo se puede extender a cualquier práctica lúdica. En los ochenta dio un paso al frente el servicio meteorológico, ahora es turno de empleadores y sociedad.