Última hora: el mar Mediterráneo acaba de alcanzar un nuevo récord de temperatura. Así impactará en tu día a día
Sumérgete en el verano ardiente del Mar Mediterráneo este 2023. Descubre cómo las brisas refrescantes desaparecen, las noches se vuelven abrasadoras y las lluvias y tormentas se intensifican. ¡Explora los impactos de las temperaturas récord en el mar Mediterráneo!
En lo que llevamos de temporada estival, hemos sido testigos de dos olas de calor, con una máxima alcanzada de 44,8 ºC el pasado 12 de julio en Almería.
Este intenso calor no solo afecta a tierra firme, sino que también tiene un impacto significativo en el mar Mediterráneo. Hoy, la boya de Dragonera, en las Islas Baleares, registra una temperatura de 29ºC, la más alta desde que comenzó el verano. A su vez, la boya de Cabo de Palos, en Murcia, marca una temperatura de 27,87ºC, y se espera que incremente a lo largo de la tarde, habiendo alcanzado un máximo de 28,80ºC ayer.
Los análisis del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) muestran cómo en los últimos días la temperatura del mar Mediterráneo ha escalado rápidamente. Tanto es así, que este fin de semana ha comenzado a mostrar, en promedio, registros nunca vistos desde 1982.
Estos datos récord en el mar Mediterráneo tienen una serie de efectos notables en la región que no podemos pasar por alto. ¡Acompáñanos mientras exploramos las implicaciones de estas altas temperaturas!
Brisas menos frescas durante el día
Una de las implicaciones más evidentes de las temperaturas de récord en el mar Mediterráneo en lo que llevamos de verano ha sido la disminución de las brisas refrescantes durante el día. Tradicionalmente, las brisas marinas y terrestres han sido una característica distintiva de la región, ayudando a moderar las temperaturas y a proporcionar un alivio a las comunidades costeras. Sin embargo, debido al calentamiento del agua y del aire, estas brisas han perdido fuerza y frecuencia.
Esta reducción en la intensidad de las brisas tiene consecuencias significativas. Durante el día, las áreas costeras experimentan temperaturas más elevadas y un aumento de la sensación de bochorno. Además, las brisas desempeñan un papel crucial en la dispersión de contaminantes atmosféricos y en el equilibrio térmico de los ecosistemas marinos. La disminución de estas brisas puede conducir a la acumulación de contaminantes y a cambios en la circulación del agua, lo que afecta a la biodiversidad marina.
Noches tórridas
Otro efecto destacado de las temperaturas récord en el mar Mediterráneo este verano es el aumento de las noches tórridas, caracterizadas por temperaturas iguales o superiores a los 25 ºC. Durante estas noches, las altas temperaturas diurnas persisten e incluso pueden intensificarse debido a la acumulación de calor en el ambiente.
En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, se han registrado cinco noches consecutivas con mínimas iguales o superiores a 25 ºC. En el día 13, la temperatura mínima alcanzó los 25.4 ºC, seguida de 25.2 ºC en los días 14 y 15. El día 16, se registró una temperatura mínima de 26.2 ºC, y en el día 17, la mínima fue de 25.4 ºC.
Según datos de AEMET para la Comunidad Valenciana, en las décadas de 1940 y 1950 solo se registró una noche tórrida por década. Sin embargo, en las décadas más recientes, como la de 2010, se han contabilizado un total de 40 noches tórridas. Estos cambios evidencian una clara tendencia hacia un clima nocturno más cálido y subrayan la necesidad de tomar medidas para adaptarse a estas condiciones en constante evolución.
Intensificación de lluvias/tormentas
Las temperaturas de récord en el mar Mediterráneo también están relacionadas con la intensificación de las lluvias y tormentas en la región, aunque no sean suficientes para contrarrestar la sequía. El calentamiento del agua del mar aporta mayor energía y humedad al sistema atmosférico, lo que favorece la formación de nubes y precipitaciones más intensas.
Esta intensificación puede desencadenar eventos meteorológicos extremos, como fuertes lluvias, inundaciones y tormentas eléctricas. Estos fenómenos pueden tener un impacto negativo en la infraestructura costera, la agricultura y la vida cotidiana de las comunidades locales. Además, la escorrentía de nutrientes y sedimentos desde la tierra hacia el mar puede alterar los ecosistemas marinos, provocando cambios en la calidad del agua y afectando la salud de los organismos marinos.
Lamentablemente, se espera que las temperaturas del mar continúen aumentando en lo que queda del verano. Con las condiciones climáticas actuales y el calentamiento global en curso, es probable que presenciemos un incremento preocupante en las temperaturas del mar Mediterráneo.