La ola de calor bate récords y amenaza con volver en agosto
La ola de calor actual no está pasando desapercibida, especialmente en el norte y este peninsular. Pero el foco de atención también está puesto en el las predicciones de medio plazo: tras una breve pausa, las primeras semanas de agosto pueden traer temperaturas extremas.
Desde el pasado fin de semana llevamos experimentando un episodio de calor intenso muy significativo. De hecho está siendo considerado como una "ola de calor" por parte de la Agencia Estatal de Meteorología, al observarse que cumple con los umbrales establecidos. Más de un 10% de las estaciones tenidas en cuenta están superando durante al menos 3 días el percentil 95% de sus temperaturas máximas para los meses de julio y agosto en el periodo de referencia 1971-2000. Dicho así puede sonar confuso, pero esta es una forma bastante precisa de diferenciar un periodo cálido habitual en verano de un episodio de temperaturas extremas y poco habituales como el que estamos viviendo.
De hecho es tan poco habitual que ya ha batido récords en algunas estaciones, incluso en capitales de provincia. El lunes cayó el récord de temperatura máxima para un mes de julio en el aeropuerto de Burgos con 38,0 ºC, siendo el anterior de 37,8 ºC el 6 de julio de 1982. El martes se igualaba el récord del aeropuerto de Palma de Mallorca, de 40,6 ºC el 30 de julio 1986. Pero el más reciente ha sido el de este jueves, en el aeropuerto de San Sebastian, donde se ha batido el récord absoluto de la estación con 42,2 ºC, superando con creces el anterior récord de 40,4 ºC el 25 de julio de 1995 en una serie de 65 años de antigüedad.
Aún así no es una ola de calor excepcional. Episodios como el de agosto de 2012, julio de 2015 o junio de 2019 dejaron tras de sí una lista de récords y efemérides que eclipsan a una ola de calor como la actual. En cierto modo estos eventos nos han "acostumbrado" en los últimos años a recibir periódicamente la visita de advecciones cálidas muy intensas durante los meses de verano y puede hacernos perder la referencia de lo que es un calor habitual para la época del año y lo que es un episodio anómalo como el actual.
Alivio térmico a partir del sábado
No parece que este episodio de calor extremo vaya a prolongarse demasiado, si bien seguirá afectándonos, especialmente a la mitad este peninsular durante el fin de semana. El domingo los termómetros recuperarán valores normales en buena parte del territorio y el lunes se espera que las temperaturas se sitúen en torno a la media o incluso ligeramente por debajo en puntos del norte. El calor no nos abandonará completamente, ya que las temperaturas seguirán siendo ligeramente superiores a la media en el sureste peninsular, pero dentro de valores habituales para esta época del año.
Calor extremo a medio plazo
Si bien hay incertidumbre en lo que respecta al medio plazo, poco a poco se va reduciendo y parece que volveremos a hablar de un episodio de calor muy intenso, puede que incluso extraordinario, que nos empezará a afectar a medida que transcurra la próxima semana. En este caso todo apunta a que una profunda vaguada descenderá de latitud sobre el Atlántico oriental, dejando a buena parte de Europa en su ramal ascendente. Esto quiere decir que predominará el flujo de vientos de sur en prácticamente todos los niveles tanto sobre Europa occidental como en el noroeste de África. La Península Ibérica quedaría en el camino de masas de aire de procedencia subtropical que irían ascendiendo de latitud.
Tendremos que esperar todavía para conocer mejor las consecuencias de esta situación, pero se puede intuir que tenemos otro episodio de calor en ciernes. Dependiendo de la posición de esa amplia vaguada y de otros factores, como las brisas, la convección y otros fenómenos locales, este episodio de calor puede ser más o menos intenso y duradero. En principio la mayoría de los escenarios apuntan a algos similar a lo que estamos experimentando esta semana y un número no despreciable de ellos advierten de un episodio de calor excepcional bien por su intensidad o bien por su duración. Por tanto, no podemos bajar la guardia y tendremos que seguir muy pendientes este año de la canícula estival.