Calor canicular en abril. Una tendencia imparable e inconcebible hace poco
El episodio de calor de esta última semana de abril será extraordinario, como en verano. Se batirán muchos récords y se agudizará la sequía. Una nueva demostración de fuerza del calentamiento global.
Se vuelve a repetir la historia. Lo hace cada vez más a menudo. Los modelos de predicción (entre ellos el del Centro Europeo, con el que trabajamos en Meteored) llevan días pronosticando un episodio extraordinario de altas temperaturas, que comenzará hoy martes a tomar carrerilla y se prolongará, previsiblemente, hasta el próximo viernes. Todo apunta a que será histórico. Saltarán por los aires muchos récords de temperaturas máximas absolutas para un mes de abril.
Aunque cada episodio de calor puede analizarse de forma independiente, a partir del marco sinóptico en el que se desarrolla, la cadencia con la que se están produciendo a todas las escalas (global, regional y local) anomalías cálidas es un claro indicador de la carrerilla que está tomando el calentamiento global, aumentando de magnitud, cada vez con más episodios de calor extremo y temperaturas inusualmente altas en épocas del año distintas al verano. Todo esto está cambiando con rapidez.
Estamos asistiendo a una escalada de las temperaturas sin precedentes en todo el período instrumental, iniciado en 1850. Los modelos climáticos vienen pronosticando la subida de la temperatura planetaria desde los primeros que hubo operativos, en la década de 1970, pero la aceleración del calentamiento a la que estamos asistiendo en los últimos años está obligando a recalcular al alza el ascenso.
El calentamiento global se está acelerando y lo está haciendo a saltos, con calores incluso extremos fuera de fecha, como los que vamos a vivir esta semana en algunos lugares de España.
Intensificación de la sequía
Las dorsales de aire cálido subtropical que con tanta persistencia empiezan a marcar la pauta meteorológica en la Península, Baleares y Canarias, no solo favorecen los episodios de calor, sino el alargamiento de los periodos secos, que culminan en sequías como la actual. Cuando se combina una sequía con una ola de calor, estamos ante lo que se conoce como un evento compuesto, multiplicándose sus impactos, especialmente en la agricultura, por la desecación que provoca en los suelos, eliminando las reservas de agua de las que tiran las plantas cuando no cae del cielo.
Estos próximos días van a superarse con holgura los 30 ºC de máxima en amplias zonas del territorio peninsular. Las temperaturas máximas se moverán en el rango 30-35 ºC, disparándose por encima de este último valor en la mitad sur de la Península. Viviremos a finales de abril unas jornadas similares a días calurosos del mes de junio e incluso julio. No se descartan los 40 ºC en algún punto del Valle del Guadalquivir y puede que también en el sureste, lo que marcaría un hito difícilmente concebible hasta hace poco. Este episodio tan anómalo de altas temperaturas, de 3-4 días de duración impactará muy negativamente en el campo, que ya se encuentra en una situación muy precaria debido a la sequía.