Juliette colapsa amplias zonas de Mallorca. ¿En qué se parece a Filomena?
La borrasca Juliette ha impactado de lleno en Baleares, dejando un histórico temporal invernal, con grandes nevadas en el norte de Mallorca. Las imágenes nos han recordado las que dejó a su paso la borrasca Filomena en 2021.
Aunque la borrasca Juliette comienza a alejarse, lentamente, hacia el este del archipiélago balear, sus efectos (un amplio repertorio de fenómenos meteorológicos adversos) todavía se dejarán sentir en las islas lo que resta de la jornada de hoy martes, y mañana miércoles, 1 de marzo.
La irrupción de esta borrasca en el Mediterráneo Occidental ha provocado nevadas a nivel del mar, impactando de lleno en Baleares, donde, a la singularidad que representa el hecho de que nieve muchas zonas del archipiélago, se suman los espesores de más de un metro de nieve en el norte de Mallorca.
El fuerte temporal invernal asociado a Juliette ha impactado de lleno en las islas Baleares, no solo dejando esas grandes nevadas principalmente en la Sierra de Tramuntana, sino también generando grandes acumulaciones de lluvias en zonas más bajas, rachas de viento muy fuertes y un olas de hasta 8 metros, lo que ha dejado incomunicada la isla de Menorca, aparte de un rosario de destrozos e incidentes varios acontecidos por distintos lugares del archipiélago.
La magnitud de las nevadas registradas en el norte de Mallorca, compite con las ocurridas en otros grandes episodios invernales. El primero que nos viene a la cabeza es el ocurrido al paso de la borrasca Filomena, en enero de 2021, donde se vieron estampas parecidas, pero afectando a una extensión significativamente mayor de territorio.
Las grandes nevadas suelen estar asociadas a borrascas de alto impacto y/o a los frentes asociados a ellas. Hay un patrón que se repite en todas estas situaciones: una irrupción inicial de una masa de aire muy frío, ártico o polar, seguida de la entrada en escena de la borrasca, que es la encargada de aportar grandes cantidades de un aire muy húmedo, necesario para que nieve en abundancia.
Juliette versus Filomena
Aunque la génesis y el desarrollo de las nevadas provocadas por las borrascas Juliette y Filomena han sido muy distintos, podemos establecer algunos elementos comunes en ambos episodios invernales. La principal singularidad de la borrasca Filomena fue su origen subtropical, llegando por el sur a la Península, tras haber dejado lluvias intensas y abundantes en las islas Canarias. Ese fue uno de los hechos que explica la excepcionalidad de la nevada, ya que la naturaleza subtropical de Filomena fue determinante en la eficiencia pluviométrica.
La borrasca Juliette no vino de ningún sitio, sino que comenzó a gestarse ayer lunes en el Mediterráneo Occidental, favorecida por la entrada de aire gélido que el pasado domingo comenzó a penetrar por el nordeste de la Península, alcanzando también a Baleares.
Según fue profundizándose fue acercándose al archipiélago balear, con las consecuencias que hemos ido viendo en las últimas horas. Aunque en esta época del año es cuando las aguas mediterráneas alcanzan su menor temperatura, el excepcional calentamiento que tuvieron el año pasado, ha mantenido la anomalía cálida durante el invierno, lo que se traduce en un aporte extra de vapor de agua al aire.
Esto último explica la manera en la que Juliette ha evolucionado, presentando algunas características propias de una subtropicalización. Este hecho explica, en gran medida, la gran cantidad de nieve acumulada en el norte de Mallorca (siendo, además, la zona donde los vientos generados por la borrasca han tenido una mayor incidencia), así como las grandes cantidades de lluvia (superiores a los 100 mm/24 h) recogida en algunos observatorios del archipiélago, amén del fortísimo viento y oleaje, que todavía son muy destacados.