Bebés prematuros, piénsalo: ¿y si influye el ambiente que respiramos?
En las últimas décadas el número de bebés prematuros está aumentando de forma notable en Estados Unidos y Europa. Los factores principales son la edad de la madre y su salud, pero el aspecto ambiental gana fuerza.
La crisis climática y medioambiental se suele ver en segunda persona, como un compendio de factores externos que pueden afectarnos o no, asociándose más bien al hielo de las zonas polares, al mar o la vegetación. Con esta perspectiva se puede llegar a obviar que nosotros, como biosfera, formamos parte de ese sistema contaminado por nuestras actividades productivas y económicas. Esto lo llevamos muy adentro y se está manifestando, por ejemplo, en un momento decisivo de nuestra existencia: en el embarazo. Puede parecer una asociación arbitraria pero atención, porque cada vez hay más evidencias de que la maternidad se está viendo afectada por el actual proceso de cambio climático, donde la contaminación y las altas temperaturas están afectando a las nuevas generaciones.
En el pasado fin de semana, el diario New York Times publicó una noticia en la sección “oddities”, algo así como rarezas, que tenía como protagonista a Michelle Butler, una mujer estadounidense que vio cómo su embarazo de gemelos se interrumpía en la semana 21, aproximadamente a los seis meses. Esto es realmente pronto. La situación se saldó con uno de los bebés fallecidos. El otro, Curtis Means, hoy es el bebé más prematuro del mundo en vivir hasta el primer cumpleaños, que fue hace tan solo unos días. Este pequeño entra en la inquietante tasa anual de nacimientos prematuros en Estados Unidos, que llega a ser del 10%.
Ante la persistencia de este dato tan alto, los expertos andan investigando para buscar una explicación. Argumentan que hay numerosos factores, como la edad de la madre, la salud o la rápida sucesión de embarazos, y desde el año 2019 se baraja el cambio climático como agravante. Entonces, un estudio publicado en Nature concluyó que en la segunda mitad del siglo XX una media de 25.000 bebés nacieron antes de tiempo cada año en EE.UU. debido a las altas temperaturas. Indagaciones posteriores han demostrado que la contaminación también tiene que entrar en esa ecuación. Esto lo pudieron comprobar en California, donde el cierre masivo de plantas de combustibles fósiles supuso la reducción de al menos un 20% de los nacimientos prematuros.
Retomando el calor, después de analizar las tasas de natalidad en la segunda mitad del siglo XX, los investigadores obtuvieron muestras claras de cómo las temperaturas extremas desembocan en un aumento de partos en el mismo día de la exposición y en el posterior, acelerando los nacimientos en una media de dos semanas.
En España, la cifra de partos prematuros se ha duplicado en 20 años
Hoy es el Día Mundial del Niño Prematuro y están siendo publicadas muchas noticias sobre los numerosos casos de éxito, evidenciando que los bebés cada vez tienen más posibilidades de salir sanos de esa contienda. En España nacen cada año unos 25 mil bebés prematuros, una cifra que duplica la que había hace 20 años. Obviamente, la cuestión medioambiental es menor frente a otros factores como la mayor edad de las madres, las técnicas de reproducción asistida (más embarazos múltiples) o hasta la hipertensión, pero no debería ser desdeñado.