Julio de 2022 será recordado por la infinidad de récords por calor
Como una copia de los meses anteriores, hemos teniedo una nueva ola de calor que ha lanzado las temperaturas a valores muy altos y mantenido la escasez de precipitaciones. Vamos con los detalles.
Una vez más nos encontramos con pocas diferencias con los meses anteriores, ya que julio empezó con algo de precipitación y temperaturas entre normales o incluso algo inferiores, pero en la parte central del mes y durante casi diez días, según las zonas afectadas por la ola de calor, la situación cambió radicalmente, con jornadas de gran estabilidad y temperaturas extraordinariamente altas en la mayoría de las regiones para la época del año.
Por decenas, la primera empezó a dar señales de valores térmicos relativamente altos, alcanzando ya la barrera de los 40 ºC en el suroeste peninsular. El principal episodio de precipitaciones del mes se produjo en este período, con lluvias en la cornisa cantábrica y en el nordeste peninsular. Incluso los observatorios del País Vasco se permitieron el lujo de tener la temperatura media algo inferior a los valores normales.
La segunda decena se lleva la nota máxima en la disparidad con las medias, superándose de largo en todo el país los valores normales para estas fechas. En la Península las máximas se separaron de la media en +5,7 ºC y los valores medios en +4,9 ºC. Además, las precipitaciones fueron muy escasas, con algunas tormentas aisladas y con muchas comarcas en las que no llovió nada.
Finalmente, el mes ha terminado con temperaturas elevadas, aún con valores superiores a las medias, pero sin llegar a los extremos de los días anteriores, aunque podemos hablar de un nuevo episodio de altas temperaturas en zonas del este peninsular. Nuevamente las precipitaciones fueron escasas, salvo en puntos del extremo septentrional peninsular y parte de Cataluña.
En julio beber y sudar, y en vano el fresco buscar
Las máximas han sido muy superiores a los valores habituales de este mes en todo el país, quizás en las Canarias se aproximen algo a sus medias, aunque siempre por encima.
La ola de calor sufrida durante la segunda decena, principalmente entre los días 12 y 18, provocó que las máximas, de media, se dispararan en +3,3 ºC por encima de lo habitual para estas fechas, destacando los observatorios de Zamora y del aeropuerto de Vigo, con +5,4 ºC y +5,7 ºC. En estaciones de AEMET, el valor más alto mensual se alcanzó el día 25 en Molina de Segura, Murcia, con 46,0 ºC. Curiosamente en esa misma jornada la mínima llegó a darse en la zamorana Puebla de Sanabria con 7,2 ºC.
Los valores nocturnos han sido muy superiores a lo normal en el conjunto de las regiones, aunque sin llegar a la situación de las máximas. En estaciones de AEMET, que no son de alta montaña, el dato más bajo mensual se produjo el día 1 en Reinosa, Cantabria, con 0,9 ºC.
Con la ola de calor y el episodio cálido posterior, se han vuelto a batir numerosos récords de temperaturas máximas y mínimas absolutas más altas. En el capítulo de las máximas destacaré al observatorio del aeropuerto de León, que superó el día 17 con 38,2 ºC el registro anterior que era de 1942. Además de esta circunstancia, la antigua marca se fue superando continuamente entre los días 12 y 17.
Y para el caso de las mínimas hablaré del valor alcanzado en Segovia el día 15 con una mínima de 27,4 ºC, suponiendo superar en 2,8 ºC su anterior récord. Lo importante de esta medición es que el observatorio se encuentra a unos 1000 metros de altitud y, junto con el valor medido en el puerto de Navacerrada a 1.894 metros de 20,5 ºC, nos indica la gran altura alcanzada por el estrato cálido en la parte central peninsular.
Por mucho que quiera ser, en julio poco ha de llover
Este julio ha sido muy seco si consideramos el conjunto del país. Las zonas donde ha llovido más de lo normal se han dado, principalmente, en el nordeste peninsular, con núcleos cercanos a los 100 l/m2 en áreas pirenaicas. Por el contrario, ha llovido menos de lo normal casi en el resto del país, con zonas sin precipitación en muchos puntos del sur peninsular.
Durante este mes no se ha batido ningún registro de precipitación máxima absoluta en un día.
Consideraciones finales
Claramente estamos en la estación más seca en todo el país. Sabíamos que de julio poco podíamos esperar, pero menos nos ha dado, ya que ha sido un mes bastante estable y muy caluroso. La escasez de precipitaciones nos deja un panorama muy sombrío, ya que no se deberían esperar lluvias generalizadas en los próximos meses.
Ampliando estos datos, y referido a los observatorios principales, las zonas donde no ha llovido últimamente son: Badajoz sin precipitaciones desde el 22 de abril y en Cáceres, Córdoba y Sevilla, desde el 4 de mayo. Una situación de máxima gravedad para todos, porque si no hay agua no hay cultivos y si no se produce no hay comida. Algo que nos debería hacer pensar a todos en las situaciones que se están viviendo en nuestro planeta.
Con todo esto nuestras presas se encuentran con sus reservas bajas, ya que el agua embalsada, a fecha de 2 de agosto, es de solo el 40,42% de su capacidad máxima, casi un 8% inferior a la misma fecha del año pasado. Nos encontramos por debajo de la media de los diez últimos años, en este caso algo menos de un 20%.