Balance de abril 2021 en España: un mes húmedo y fresco
En general, ha sido un mes poco extremado, tendiendo a húmedo y a fresco, pese a varias entradas del sur al principio y casi al final del mes. También tuvimos una borrasca con gran impacto. Veamos con detalle todo esto.
Acabamos de salir de un mes de abril poco extremado en general, sobre todo en los valores termométricos, con entradas del sur que compensaron algún refrescamiento del norte y la abundancia de nubosidad, sobre todo en la parte final del mes, con la llegada de la borrasca de gran impacto Lola, que provocó precipitaciones importantes en la mayoría de las regiones, tanto insulares como peninsulares.
En la primera decena de abril lo más significativo fue la continuación de las altas temperaturas de finales de marzo, lo que provocó máximas elevadas en la cornisa cantábrica y posteriormente en el área levantina. Esta situación fue rota por una borrasca atlántica, con importantes precipitaciones en el noroeste peninsular y una posterior entrada del nordeste, con mínimas frías, principalmente en las Baleares.
En la segunda decena el anticiclón dominó más claramente, en general con pocas precipitaciones, salvo en toda el área mediterránea. Fueron los días de mayor contraste térmico, con máximas relativamente altas y mínimas bajas, por lo cielos despejados, que dieron multitud de heladas en ambas mesetas.
Los últimos diez días han sido muchos más inestables, con precipitaciones tormentosas en muchos casos y acompañadas de granizo, repartidas por casi todo el país. La abundancia de nubosidad ha provocado que las máximas sean más bajas, pero en cambio, las mínimas han sido algo superiores a los valores normales.
Temperaturas, en conjunto, frescas
Las temperaturas máximas han sido entre normales y algo inferiores a los valores habituales de este mes en casi todo el país. Los dos breves episodios de viento del sur y el dominio anticiclónico de mediados de mes, produjeron valores elevados en muchas comarcas, aunque en el balance final, debido al aumento de la nubosidad, ha quedado compensado. En estaciones de AEMET, el valor más alto mensual se alcanzó el día 6 en Elche (Alicante) con 30,8 ºC, destacando además por lo pronto que se produjo.
Los valores nocturnos se pueden considerar normales en la mayoría de las regiones, ya que la ausencia de nubosidad por el anticiclón garantizó las heladas a primeras horas. Las irrupciones del sur y el aumento de las nubes por los temporales de lluvias provocó que las mínimas se recuperaran. En estaciones de AEMET, que no son de alta montaña, el valor más bajo mensual se produjo el día 12, en Cubillas de Rueda, León, con -5,9 ºC.
En este mes solo ha habido un récord en lo referente a las temperaturas, y ha sido de temperatura mínima relativa más baja, en Menorca aeropuerto, el día 8, con 1,9 ºC, a solo tres décimas del valor absoluto que data de 1976.
Precipitaciones irregularmente repartidas
Considerando el conjunto del país, abril ha sido un mes más húmedo de lo normal, aunque con cantidades muy irregularmente repartidas. Mientras que en el área levantina o en Extremadura, los valores han rondado los 140 l/m2, en puntos de Galicia o de la cornisa cantábrica apenas han llegado a 50 l/m2.
En porcentaje, ha habido zonas de Galicia y del norte peninsular donde la precipitación apenas alcanzó el 50% de su valor normal. Por el contrario, en algunas zonas del este peninsular, Extremadura y de la provincia de Sevilla, las precipitaciones fueron elevadas, rondando el 150% de lo normal.
La actividad tormentosa de los últimos días de abril ha provocado chubascos fuertes acompañados de granizo, derivando en algunas inundaciones locales, destacando las producidas en las provincias de Sevilla o de Guadalajara. Pese a estos aguaceros, en este mes no se ha batido ningún record de precipitación máxima absoluta en un día.
Consideraciones finales
En teoría estamos en pleno período húmedo de la primavera en la mayoría de nuestras comarcas. En situación atmosférica normal, aún nos quedaría el mes de mayo para que los temporales atlánticos de lluvia nos visitaran, una dinámica que, por cierto, es muy necesaria ya que hay zonas del litoral de Barcelona y del sur de las islas de Mallorca y de Fuerteventura que no llegan al 50% de su valor medio de precipitación acumulada en el año hidrológico.
En lo referente a nuestros embalses, el agua embalsada, a fecha de 27 de abril, es del 60,91% de su capacidad máxima, lo que supone una disminución del 2,4%, con lo que se está un 4% por debajo de la misma fecha del año pasado y nos alejamos algo más de un 10% de la media de los diez últimos años.