Azenhas do Mar, la cinqueterre portuguesa y su secreto mejor guardado
Esta pequeña aldea lusa es digna de postal. Inspiración de innumerables artistas, nos adentramos en un tesoro nacional de Portugal, que guarda una de las franjas de arena más hermosas del país, oculta por el Atlántico cuando sube la marea.
Como sucede en la bellissima Riviera italiana, Portugal también tiene sus Cinque Terre (en español, Cinco Tierras). Se trata de una serie de aldeas costeras situadas en abruptos acantilados, de pintoresco encanto y llenas de autenticidad.
Entre ellas destaca Azenhas do Mar, que significa “Molinos de agua del mar” (en el pueblo se conserva una única muestra de este ingenio), y es uno de los secretos mejores guardados por los portugueses.
Está situada en el municipio de Sintra, a unos 40 kilómetros de Lisboa, y se construyó, literalmente, sobre un acantilado.
Paseamos por este encantador destino, perfecto para aquellos que buscan una experiencia tranquila en la costa portuguesa y disfrutar del Atlántico, y la historia y la cultura de esta región lusa.
Inspiración de artistas
La aldea es un conjunto de casas blancas y tejados rojos que descienden hacia el océano, creando una vista espectacular que ha sido recreada por innumerables artistas.
Sus empedraras y estrechas calles están salpicadas de viviendas diseñadas por los arquitectos más destacados de Portugal, por encargo de familias adineradas de Lisboa y Sintra, recreando el auténtico “estilo portugués” y sus tradicionales paneles de azulejos azules y blancos en las fachadas.
Su proximidad a Sintra (15 minutos en coche), famosa por sus palacios, castillos y jardines, como el Palacio da Pena y la Quinta da Regaleira, hace que muchos turistas aprovechen un mismo viaje para visitar ambas localidades.
Las mejores playas cerca de Azenhas do Mar
En la misma aldea, bajando unas escaleras situadas al pie del acantilado, se accede a una pequeña playa de unos 30 metros de ancho, que desaparece cuando sube la marea.
Allí se ha construido una piscina que se abastece del agua del mar y frente a que hay un popular restaurante especializado en pescados y mariscos frescos.
Saliendo del pueblo, andando durante unos 20 minutos por un paseo marítimo hacia el norte y, tras bajar otras escaleras, se llega a la salvaje Praia da Aguda. Desde allí, caminando otros 15 minutos sobre rocas, se encuentra la Praia do Magoito.
Esta larga playa de arena es una de las más impresionantes de Portugal. Situada en el Parque Nacional de Sintra-Cascais, su escarpado acantilado y una duna de arena solidificada forman un bello y escabroso paisaje. Además, su fuerte oleaje hace que sea excelente para la práctica de surf.
Al sur de Azenhas do Mar, encontramos Praia das Maçãs, la que, sin duda, es la playa más popular de Sintra. También se puede llegar caminando durante 20 minutos por las avenidas Luís Augusto Colares y Eugene Levy. Otra opción es tomar el autobús 441, en un viaje que apenas dura 3 minutos.
Las otras perlas atlánticas de las Cinque Terre portuguesas
Comparten paisajes costeros impresionantes, arquitectura tradicional y una atmósfera relajada, aunque cada uno de estos pueblos conserva su carácter y encanto únicos. Estás son, además de Azenhas do Mar, el resto de las Cinque Terre portuguesas:
Ericeira
Es un pueblo pesquero conocido por formar parte de la Reserva Mundial de Surf, lo que la convierte en un paraíso para los amantes de este apasionante deporte.
Conviene no perderse el Forte de Nossa Senhora da Natividade, que defendió la ciudad en el siglo XVIII y sus maravillosas vistas, ni el Miradouro de São Sebastião, donde contemplar una maravillosa puesta de sol.
Colares
Es conocida por sus viñedos y su extraordinario vino, uno de los más antiguos y exclusivos del país. Este caldo puede probarse en la Adega Regional, instalada en un bellísimo edificio en el centro de la aldea.
Colares también alberga hermosas playas e impresionantes paisajes naturales.
Praia das Maçãs
Otro pueblo costero conocido por su extensa playa, ya mencionada, y su histórico tranvía, que conecta con Sintra. Es un destino popular para las familias y los amantes del sol y el mar.
Aunque el poblado actual surgió en el siglo XIX, en esta playa se encuentran vestigios que demuestran que fue un espacio habitado por humanos desde tiempos prehistóricos.
Una curiosidad: alberga la desembocadura del río Maçãs donde, según la leyenda, sus aguas llevaban manzanas hasta la playa durante los meses de otoño.
Adraga
Cercana a la localidad de Almoçageme, su playa es famosa por su belleza natural, con formaciones rocosas, grutas y acantilados dramáticos que la abrazan.
Recomendable para quienes buscan un entorno muy tranquilo, más natural y sin urbanizar.