Avances de la NASA: los estudios muestran el posible regreso de los vuelos supersónicos... ¡y comerciales para todos!
Todo el mundo sabe que la NASA y otras organizaciones gubernamentales y privadas siguen en la carrera por volar fuera de nuestro planeta. Pero, ¿te imaginas hacer un vuelo comercial supersónico aquí en la Tierra?
Casi todos los días vemos noticias sobre vuelos lanzados fuera de la atmósfera terrestre, que es el camino natural a seguir con un mundo cada vez más avanzado tecnológicamente y la combinación de todos los conocimientos obtenidos por la humanidad desde el surgimiento de la nación. De hecho, hace poco, en una misión considerada histórica, la India aterrizó con éxito un módulo en una región inexplorada de la Luna.
La NASA es sin duda una de las organizaciones más implicadas en los viejos y nuevos descubrimientos de la humanidad, pero no sólo se dirige a estudios fuera del planeta, al fin y al cabo, mejorar nuestra vida cotidiana también es fundamental. Los últimos estudios de la organización han avanzado positivamente hacia el regreso de los vuelos supersónicos: así es, regreso, porque ya han existido antes.
Los vuelos comerciales cruzan el planeta cada día, y hoy es posible llegar a cualquier rincón del mundo gracias a los avances tecnológicos, pero por supuesto esto sigue llevando mucho tiempo dependiendo del punto de partida y del destino final, ya que todavía hay que respetar las leyes de la física y la distancia.
¿Vuelos más cortos o mayor velocidad?
Imagina cruzar el océano Atlántico en menos de tres horas: ¿es posible, ha sido posible alguna vez o lo será? Eso es lo que va a responder la NASA en su nuevo estudio.
¿Sabías que desde 2003, año en que el Concorde llegó a su fin, cruzar el Atlántico rápidamente se considera cosa del pasado? La velocidad máxima del Concorde era de Mach 2,04 (2,180 km/h). Normalmente, los vuelos entre Londres y Nueva York duran unas ocho horas, o unas siete en sentido contrario, es decir, de Nueva York a Londres, un trayecto que ya se ha hecho en un tiempo récord de cinco horas debido al empuje de una corriente en chorro favorable a la dirección del avión.
Sin embargo, en el mundo actual, donde el tiempo es oro y todo el mundo tiene prisa por todo y para todos, cinco horas en tiempo récord ya se considera mucho tiempo para perder viajando en avión. Teniendo esto en cuenta, la NASA ha iniciado un nuevo estudio para reducir este tiempo, pero... ¿cómo puede ser esto posible si la distancia es la misma? Al fin y al cabo, la Tierra no se ha encogido, los enormes océanos siguen aquí, y eso es bueno.
Bueno, la NASA no se ha planteado reducir la distancia de un punto a otro, sino aumentar la velocidad de los aviones, ¿se considera esto seguro para los vuelos comerciales? El organismo ha calculado que el vuelo entre Nueva York y Londres podría durar en el futuro unos 90 minutos utilizando el viaje supersónico.
Estratégia de alta velocidade
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio ha informado y confirmado su estrategia de vuelos supersónicos de alta velocidad. La idea del estudio es ver si en el futuro podrían despegar vuelos comerciales de hasta Mach 4, es decir, a más de 4,830 km/h, y reducir así el tiempo de viaje de los humanos. Con esta velocidad, la NASA pudo calcular el trayecto Nueva York-Londres en sólo 90 minutos.
Durante el estudio, sólo se tuvieron en cuenta las rutas transoceánicas, incluidos los trayectos sobre el Atlántico Norte y el Pacífico, ya que naciones como Estados Unidos prohíben actualmente los vuelos supersónicos terrestres. Lo que se sabe hasta ahora es que la NASA está desarrollando aviones supersónicos considerados silenciosos, que llevan el nombre de X-59, y que incluso forman parte de su misión Quest.
Esta misión podría constituir un hito histórico que, según la NASA, podría dar lugar a cambios en las actuales normas de aviación. La idea es allanar el camino para vuelos comerciales entre Mach 2 y Mach 4 (2,470 - 4,830 km/h). Para hacerlo posible, el Programa de Vehículos Aéreos Avanzados (AAV) de la NASA pasará a la siguiente fase del estudio que contempla los viajes a alta velocidad, para lo que será necesario contratar a empresas que desarrollen proyectos.
Recientemente se ha anunciado que dos equipos ya forman parte de la investigación, uno dirigido por Boeing y otro por Northrop Grumman Aeronautics Systems. El objetivo es que cada empresa presente diseños de aviones capaces de mantener altas velocidades supersónicas, de modo que estos viajes sean seguros para que todos podamos realizarlos comercialmente.
La rápida evolución de un futuro cada vez más cercano
Muchos temas planteados por la ciencia aún son considerados por nosotros, los humanos, como cosa del futuro, pero con la rápida evolución, el futuro está cada vez más cerca. Según Lori Ozoroski, gestora del Proyecto de Tecnología Supersónica Comercial de la NASA, hace 10 años ya se realizaron estudios similares a éstos, que dieron forma al desarrollo del avión X-59.
Ozoroski añadió que, al igual que los estudios anteriores ayudaron al actual, también lo harán los nuevos estudios futuros, que sin duda actualizarán la visión de las hojas de ruta tecnológicas e identificarán la necesidad de seguir investigando en una gama más amplia de altas velocidades.
Según Mary Jo Long-Davis, responsable del Proyecto de Tecnología Hipersónica de la NASA, ha quedado claro que la siguiente fase del estudio incluirá también consideraciones de seguridad, eficiencia, económicas y sociales. La investigadora dejó claro que es importante innovar de forma responsable.
Lockheed Martin terminó el pasado julio la construcción del avión de pruebas X-59, diseñado precisamente para transformar los estallidos sónicos en estruendos menos ruidosos y agresivos, con la esperanza de hacer posible en el futuro el vuelo supersónico en tierra. Hasta ahora, las pruebas en tierra y un primer vuelo supersónico se han programado para finales de año. El objetivo de la NASA es disponer de datos suficientes para entregarlos a los organismos reguladores estadounidenses en 2027, lo que significa que el futuro está cada vez más cerca.