Aumentan las infecciones urinarias y la dificultad para tratarlas: una de las claves es la alimentación
Las infecciones urinarias son uno de los problemas de salud más comunes, especialmente en mujeres, aunque también pueden afectar a hombres y niños. Se estima que entre el 40% y el 60% de las mujeres tendrán al menos una infección urinaria en su vida.
Para entender si las infecciones urinarias (IU) han aumentado, es crucial revisar la evidencia epidemiológica. En general, el número de consultas médicas por IU ha permanecido relativamente constante en las últimas décadas en países desarrollados.
Sin embargo, hay un aumento en ciertos grupos específicos, como las mujeres mayores y personas con sistemas inmunológicos comprometidos, como los diabéticos. La prevalencia de infecciones urinarias en estos grupos se ha incrementado, en parte debido al envejecimiento de la población y al incremento de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.
Además, una investigación publicada en Clinical Infectious Diseases sugiere que uno de los factores más preocupantes es el aumento de la resistencia bacteriana a los antibióticos, lo que hace que las infecciones urinarias sean más difíciles de tratar.
El principal patógeno causante de infecciones urinarias, Escherichia coli (E. coli), ha desarrollado resistencia a medicamentos comúnmente utilizados. Esta resistencia podría estar contribuyendo a la percepción de un aumento de infecciones, dado que las infecciones recurrentes son más difíciles de erradicar y pueden requerir tratamientos más prolongados o agresivos.
El papel de la alimentación en las infecciones urinarias
La relación entre la dieta y las infecciones urinarias ha sido objeto de estudio en los últimos años, pero los resultados no siempre son concluyentes. Sin embargo, algunos hábitos alimentarios podrían influir en la aparición o recurrencia de estas infecciones, ya sea directa o indirectamente.
Hidratación y consumo de líquidos
Uno de los factores más estudiados es la hidratación. Mantener un consumo adecuado de agua es esencial para la salud del tracto urinario, ya que la micción frecuente ayuda a expulsar bacterias y prevenir que se adhieran a las paredes del tracto urinario.
Un estudio publicado en 2018 en la revista JAMA Internal Medicine encontró que las mujeres que aumentaron su consumo diario de agua en 1,5 litros tenían significativamente menos infecciones urinarias recurrentes que aquellas que bebían menos líquidos. Por tanto, la hidratación es una estrategia preventiva efectiva y sencilla. No tiene que ser obligatoriamente con agua, también sirve con frutas, té, sopas...
Alimentos ricos en antioxidantes
Los alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, también podrían desempeñar un papel protector contra las infecciones urinarias. Las frutas como los arándanos y las granadas contienen compuestos como los proantocianidinas y la vitamina C, que pueden impedir la adhesión de bacterias como “E. coli“ en las paredes del tracto urinario.
Los arándanos, en particular, han sido estudiados por su potencial para prevenir infecciones urinarias, pero cualquier aumento en el consumo de fruta y verdura será bienvenido.
Alimentación y microbiota
La salud de la microbiota intestinal también está vinculada a la aparición de infecciones urinarias. La disbiosis, o el desequilibrio en las bacterias intestinales, puede facilitar la migración de bacterias patógenas desde el tracto intestinal al sistema urinario.
Sabemos que una dieta alta en fibra, frutas, verduras y alimentos fermentados puede contribuir a una microbiota intestinal saludable, lo que a su vez podría disminuir el riesgo de infecciones. Los probióticos, especialmente las cepas de Lactobacillus, han sido estudiados por su capacidad para restaurar el equilibrio bacteriano en la flora vaginal y prevenir infecciones urinarias recurrentes, aunque se necesita más investigación para establecer recomendaciones definitivas.
Factores de riesgo alimentarios
Existen factores dentro de nuestros hábitos de alimentación que podrían contribuir a la aparición de infecciones urinarias.
Dietas altas en azúcar
El consumo excesivo de azúcares añadidos se ha relacionado con un mayor riesgo de infecciones urinarias. Las bacterias como E. coli prosperan en ambientes ricos en glucosa, y la alta ingesta de azúcares podría favorecer su crecimiento. Además, las dietas ricas en azúcar están vinculadas a un mayor riesgo de obesidad y diabetes tipo 2, ambas condiciones que aumentan el riesgo de infecciones urinarias recurrentes.
Alcohol y cafeína
El consumo elevado de alcohol y cafeína también puede irritar el tracto urinario, lo que en algunos casos podría contribuir a la inflamación o irritación de la vejiga, aunque no existe un consenso claro sobre si estos factores aumentan directamente el riesgo de infecciones.
Mal uso de antibióticos
Pero no nos quedamos ahí, existe un factor determinante nos ha llevado hasta aquí y nos va a afectar seriamente en el futuro: el mal uso de antibióticos. Tomarlo cuando no son necesarios o no finalizar por completo los tratamientos, genera resistencias en las bacterias e impiden que la medicación sea eficaz y puede acabar con ellas provocando un problema muy serio de salud pública.
Así que nunca tomemos antibióticos sin que nos lo haya prescrito un médico, finalicemos los tratamientos e insistamos en el caso de ser infecciones recurrentes para que se encuentre el motivo y la solución. Del mismo modo, no esperemos demasiado desde que notamos los primeros síntomas para conseguir el tratamiento cuanto antes.