Así es el animal más viejo del mundo, una criatura marina de 5 siglos

Esta especie de tiburón que habita en las profundidades de las gélidas aguas de los mares del norte de Europa se ha convertido en el animal más longevo conocido hasta ahora.

Tiburón de Groenlandia
Con un ritmo cardíaco de un único latido cada 10 segundos, casi ciego y con una estimación de edad de más de 5 siglos. Así es el tiburón de Groenlandia, el animal más viejo de la Tierra. Imagen: Istock

El tiburón de Groenlandia es un animal fascinante, con una asombrosa longevidad que varía entre los 250 y 500 años, y puede alcanzar una longitud de hasta 6 metros. Este impresionante escualo es considerado el vertebrado más viejo del planeta.

Las numerosas investigaciones científicas realizadas sobre el tiburón de Groenlandia ha revelado que su extraordinaria longevidad se debe a su hábitat en aguas extremadamente frías. Estas condiciones ralentizan su metabolismo, lo que, combinado con su estilo de vida pausado, reduce significativamente el desgaste físico. Su comportamiento carroñero también contribuye a su supervivencia, permitiéndole alimentarse sin gastar demasiada energía.

Sin embargo, estos tiburones deben enfrentarse a un factor negativo: no alcanzan la madurez sexual hasta los 150 años, lo que hace que la sobrepesca sea una amenaza real para la especie. Afortunadamente, su preferencia por habitar en aguas profundas ha ayudado a proteger a muchos de estos antiguos depredadores, y de esta forma seguir prosperando en el fondo del mar.

¿Cómo es el tiburón de Groenlandia?

El tiburón de Groenlandia (Somniosus microcephalus) es un miembro de la familia Somniosidae, comúnmente conocidos como "tiburones durmientes", debido a su comportamiento calmado y su nadar lento. Este escualo destaca por ser el vertebrado con la mayor longevidad, pudiendo vivir más de 500 años, lo que lo convierte en una verdadera maravilla de la naturaleza.

Casi completamente ciego, este tiburón se orienta en las heladas y profundas aguas del Ártico utilizando el campo magnético terrestre. Su vida transcurre lejos de la luz y del bullicio de la superficie, en un entorno donde la oscuridad es total y el silencio prevalece. Pero la falta de visión no representa un obstáculo para el tiburón de Groenlandia.

En su hogar submarino, donde la luz es inexistente, ha desarrollado otros sentidos para sobrevivir. En particular, su olfato y sus órganos electrorreceptores, conocidos como ampollas de Lorenzini, le permiten detectar las señales eléctricas emitidas por otros seres vivos. Estos órganos, conectados a su piel a través de poros, son fundamentales para que este tiburón pueda localizar y capturar a sus presas en las oscuras profundidades marinas.

Un tiburón de Groenlandia de 500 años en el Caribe

En julio de 2022 se registró el último avistamiento de un ejemplar vivo de esta enigmática especie. El encuentro ocurrió cuando un grupo de investigadores, que se encontraba en las costas de Belice realizando estudios sobre tiburones tigre, se topó inesperadamente con un tiburón de Groenlandia. Este descubrimiento fue documentado por el biólogo Devanshi Kasana, de la Universidad de Florida, y publicado en la revista científica Marine Biology.

Inicialmente, el equipo de investigadores pensó que se trataba de un tiburón de seis branquias. Sin embargo, tras tomar varias fotografías y analizarlas detenidamente, confirmaron que habían encontrado un tiburón de Groenlandia, una especie rara vez vista en esta parte del planeta. “A pesar de nuestra experiencia, no reconocimos qué era”, ha declarado Kasana. Pero, una vez capturada la enigmática criatura, confirmaron sus sospechas. "Fue sorprendente y emocionante a la vez", aseguró el biólogo.

En el caso del ejemplar avistado en el Caribe, los científicos no tomaron muestras para no causar estrés al animal, aunque sus estimaciones han determinado que se trata de un ejemplar todavía más viejo de los anteriormente documentados.

Las evidencias halladas en el tiburón de Groenlandia capturado en el Caribe sugieren que este ejemplar es significativamente más antiguo de lo que se creía previamente. Su tamaño, según los análisis realizados, apunta a que su nacimiento podría haberse producido hace aproximadamente 520 años. Este descubrimiento lo posiciona como el ser vivo más longevo conocido en nuestro planeta.