Anticiclón, heladas y contaminación en las ciudades: ¿hasta cuándo?
La estabilidad presente estos días sobre la mayor parte de la Península en una época en la que la influencia invernal es cada vez mayor, está dando lugar a una situación de heladas, nieblas y en algunas ciudades una mayor concentración de contaminantes. ¿Hasta cuándo se mantendrá esta situación?
La presencia del anticiclón ha cobrado relevancia estos días sobre el territorio peninsular. Sólo el extremo oriental se encuentra bajo la influencia de vientos de componente norte más marcados como consecuencia de la proximidad de la borrasca Blas, que actualmente afecta a Baleares como un peculiar ciclón con características subtropicales. Sin embargo, en muchas zonas del interior el viento permanece prácticamente en calma durante la mayor parte del día.
Esta situación en noviembre, mes en el que las noches son considerablemente más largas que los días, implica que las inversiones térmicas nocturnas se vuelven más intensas y persistentes. Las cuencas de los ríos, los valles y las depresiones se convierten en auténticas "trampas" de aire frío, más denso, que queda estancado en los puntos más bajos. La temperatura en estas zonas aumenta con la altitud y en los primeros metros lo hace además muy rápidamente, de ahí que sea posible encontrar diferencias de varios grados entre ubicaciones que están separadas pocos kilómetros o incluso varios centenares de metros.
En estos sectores lo más significativo son las heladas, que pueden llegar a ser fuertes. En estos últimos días se han registrado mínimas notables en numerosos puntos, con heladas generalizadas en zonas de meseta y valores de hasta -6,4 ºC en el Puerto el Pico (Ávila) registrados el jueves. Mínimas aún más bajas pueden estar registrándose en los famosos "polos del frío" peninsulares, donde ya es posible descender de -10 ºC en estas condiciones con cierta regularidad.
La contaminación aumenta en grandes ciudades
Un problema derivado de esta situación meteorológica es precisamente la acumulación de gases y partículas contaminantes en entornos urbanos o en las proximidades de un foco de emisión, como pueda ser una carretera con tráfico, una central térmica o un incendio. El aire atrapado en las piscinas de aire frío que forman los valles y las depresiones fluviales no se renueva, y con él todas las impurezas que posea. Si existe una fuente de contaminantes en esa zona, la concentración de esas partículas o gases aumentará de forma más o menos constante hasta que la masa de aire se renueve.
Estos días un ligero flujo de componente norte se ha encargado de renovar parcialmente el aire estancado en el interior peninsular. Aún así se ha detectado un incremento de las partículas en suspensión y de algunos gases en las ciudades. Al sur de Madrid, las concentraciones de PM2.5 (partículas sólidas de 2,5 µm de diámetro) alcanzaban valores entre 20 y 30 µg/m3, lo que ya es suficiente como para que la calidad del aire sea regular o incluso puntualmente desfavorable. ¿Llegarán las primeras restricciones?
Mejoría transitoria durante los próximos días
A partir del domingo, según el modelo Europeo el flujo de vientos del norte irá a más. Una masa de aire más fresca irrumpirá en la Península haciendo descender las temperaturas máximas y renovando el aire estancado en las mesetas y los valles, por lo que mejorará la calidad del aire y también ascenderán algo las mínimas en las zonas afectadas por la inversión térmica. Las heladas quedarán más restringidas a los sistemas montañosos.
Sin embargo, es posible que según avance la semana que viene volvamos a tener otro periodo de estabilidad más marcado. No parece que vaya a ser una situación persistente, pero es muy probable que vuelvan las inversiones térmicas, las heladas e incluso podrían empezar a aparecer las primeras nieblas generalizadas y persistentes de este periodo invernal. Hoy de hecho ya se han dejado ver bancos de niebla importantes en algunas zonas de meseta.