Amazonas: arden los pulmones del planeta
Los incendios forestales en Brasil han aumentado un 83% a causa de la deforestación y la sequía en el Amazonas, respecto a los datos de 2018. Las políticas del presidente Jair Bolsonaro están en el ojo de la tormenta.
Las selvas tropicales de la Amazonia en Brasil están ardiendo a la tasa más alta desde que comenzó el monitoreo en 2013. En lo que ha transcurrido de este 2019, se han registrado en Brasil un 83% más de incendios que en todo 2018, debido fundamentalmente a la grave situación que se está viviendo en la región amazónica.
Entre enero y agosto de 2019 se han registrado 72.843 focos, frente a 39.759 en todo el año pasado. El aumento marca un revés después de dos años de retroceso del indicador, según datos del Programa de Quemas del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
INPE afirmó que la gran cantidad de incendios forestales no se puede atribuir únicamente a la estación seca o a fenómenos naturales. Los incendios responden en buena medida a la práctica de quemas provocadas para deforestar un terreno a fin de convertirlo en área de pastoreo o para limpiar áreas ya deforestadas. Según números recientemente conocidos, el avance de la deforestación en la región es brutal y representa más de 225 mil estadios de fútbol en el último año.
Un hecho puntual en los últimos días pone de manifiesto lo crítica que es la situación: en la ciudad brasileña de São Paulo el pasado lunes 19 se hizo de noche dos horas antes. Las densas columnas de humo de los incendios forestales producidos a 2500 km al norte contribuyeron en buena manera a atenuar la radiación solar.
Conflictos políticos
Las cifras surgen después de que el presidente Jair Bolsonaro, conocido por criticar políticas ambientalistas, destituyera al presidente del INPE por la divulgación de cifras que evidenciaban el aumento de la deforestación en Brasil.
En los últimos días, los gobiernos alemán y noruego suspendieron las donaciones al Fondo Amazonia de Brasil, que ha sido fundamental para los esfuerzos internacionales con tal de ayudar a frenar la deforestación.
La Amazonía es el pulmón del planeta, ya que produce el 20 por ciento del oxígeno en la atmósfera terrestre. Es considerada vital en los esfuerzos actuales para frenar el calentamiento global y también alberga innumerables especies de flora y fauna.
A pesar de esto, el presidente brasileño ha abogado abiertamente por la explotación de los recursos en la región, incluido dentro de reservas indígenas, extremo prohibido actualmente por la Constitución del país de 1988. En su campaña electoral del año pasado, prometió impulsar legislación para ayudar a las empresas mineras y agroindustriales a expandir sus actividades en áreas ambientalmente protegidas, incluido el Amazonas.