Algo está pasando con la tramontana en los últimos años
La tramontana (o tramuntana) es un viento que en ocasiones sopla con rachas huracanadas en algunas zonas de Cataluña y Baleares, y en estos últimos años se están detectando cambios en su comportamiento. Aquí te lo explicamos.
Que los patrones y configuraciones atmosféricas están cambiado empieza a ser una evidencia en la Península Ibérica. Hace unos meses nos hacíamos eco de un incremento en las advecciones de polvo sahariano, que derivan de situaciones con vientos del sur en altura.
También os hemos contado en Meteored el hecho que las altas presiones subtropicales podrían ser más estacionarias, fuertes y persistentes, especialmente en verano. Esto podría explicar una prolongación del verano hacia el otoño, y así nos lo confirmaban desde la AEMET.
Y en tercer lugar, también hablamos sobre la disminución de las nevadas en los Pirineos según el OPCC, así como una subida de la cota de nieve.
Más polvo sahariano, más calor y menos nieve. Al aumento de polvo sahariano, a la persistencia de episodios de calor y a la disminución de nevadas hay que sumarle otro cambio que hemos conocido recientemente: una disminución de la tramontana en el Empordà.
Esta circunstancia constata o reconfirma un estudio liderado por AEMET Baleares, con Agustí Jansá al timón, dónde corroboraron una disminución en frecuencia de formación de depresiones en el golfo de Génova. Este descenso implica intrínsecamente una caída del número de días de tramontana en Mallorca y Menorca, ya que esta zona de bajas presiones es el origen y motor de este flujo de componente norte.
Pues bien, en el norte de Girona parece ser que también tienen menos tramontana. Sergi Corral, meteorólogo y observador de l'Escala, ha hecho un estudio climático para observar la evolución de días con viento de norte superior a los 50 km/h.
2022: el año menos "tramontanoso" desde que hay registros
El resultado es claro, evidente y muy robusto. Los días con viento del norte han ido disminuyendo de forma progresiva y continuada desde inicios del siglo XXI, de tal modo que el pasado 2022 ha sido el año con menos tramontana en esta zona.
En esta población de l'Alt Empordà han tenido 41 días de tramontana intensa en 2022, cuando la media (2005-2020) es de 100 días. Así pues, se consolida la tendencia a la baja y se acentúa, como se puede observar, en los últimos 5 años. Precisamente el segundo mínimo histórico se produce en este período de tiempo, en 2020, con 50 días.
Si analizamos este hecho de forma estacional, podemos observar que los mínimos de viento de norte de producen en invierno, verano y otoño. Durante la primavera esta tendencia es un poco menos evidente.
"La tramontana es menos intensa a lo largo del año, pero no podemos decir que es menos violenta", afirma Sergi Corral.
Menos episodios y más cortos
Sopla mucho menos viento de norte que hace años. Esta es la idea y el mensaje principal o esencial. También cabe destacar dos hechos complementarios: hay menos episodios y los que se producen, duran menos días. Las situaciones de tramontana son más efímeras y transitorias, con los datos a mano.
Menos borrascas en el Golfo de León
La explicación a esa disminución contundente de los días de tramontana la encontramos en un cambio de configuraciones o situaciones sinópticas que afectan la Península. Probablemente hemos tenido menos depresiones o bajas presiones en los golfos de León y Génova, y más anticiclones en todos los niveles troposféricos.
El aumento de configuraciones de suroeste, que impulsa dorsales cálidas y calima a la Península Ibérica, también pueden ayudar a entender la escasa presencia de bajas en el Mediterráneo occidental, ya que son situaciones opuestas o antagónicas.