Alerta en España por la rápida invasión de una nueva especie de garrapata: esto es lo que sabemos
Son responsables de transmitir enfermedades emergentes en nuestro país y potencialmente mortales como la de Lyme, el tifus o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Ahora, científicos de la Universidad de Zaragoza descubren una nueva especie endémica de la península ibérica.
Las garrapatas son ácaros (artrópodos emparentados con las arañas) de tipo hematófago, es decir, se alimentan de la sangre de los vertebrados que parasitan de manera temporal.
Pero su característica más preocupante es que son vectores de numerosas enfermedades infecciosas entre las que se encuentran el tifus, la enfermedad de Lyme y otras potencialmente mortales.
Entre 2013 y 2022, por ejemplo, en España se confirmaron las muertes de cuatro personas que habían contraído la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) por la picadura de garrapatas del género Hyalomma.
Son, además, un grave problema de salud pública. En 2023, las autoridades sanitarias advirtieron de la proliferación de garrapatas de este mismo género en 31 municipios de la provincia de Barcelona y en uno de la de Tarragona, cerca de viviendas y en caminos con abundante actividad humana.
Ahora, el grupo de “Zoonosis y enfermedades emergentes de interés en salud pública” de la Universidad de Zaragoza, ha descrito una nueva especie de garrapata a partir del estudio de ejemplares hallados en la ribera del río Ebro, cerca del barrio zaragozano de La Cartuja Baja.
Una garrapata ibérica
La nueva especie ha sido bautizada con el nombre de Rhipicephalus hibericus, debido a que se distribuye por España, Portugal y también por el sur de Francia.
Hasta el momento, se sabe que están parasitando ejemplares jóvenes de micromamíferos, como musarañas, lirones o ratas, aunque también se han detectado en animales adultos más grandes como zorros, ginetas, jabalíes, corzos u ovejas.
Avanzar en la correcta clasificación taxonómica de las garrapatas es fundamental para abordar de manera correcta la lucha contra las enfermedades que pueden transmitir.
Por el momento, se sospecha que esta nueva especie actúa como vector de la Rickettisa massiliae, una bacteria del grupo de las fiebres botonosas que puede afectar al ser humano.
También se ha descubierto que puede hibridarse con otra garrapata más común, la conocida como café de perro (Rhipephalus sanguineus), aunque la segunda generación ya no es fértil.
¿Por qué están proliferando las garrapatas?
Estudios epidemiológicos realizados en todo el mundo están detectando un incremento de las garrapatas debido al calentamiento global.
En España, la época de mayor densidad de las garrapatas va de mayo a octubre. Sin embargo, según investigadores de la Universidad de Valencia, las temperaturas más altas en otoño e invierno y la africanización del clima de la Europa mediterránea están generando una sobreexposición a esta plaga.
Por tanto, cada vez llegan antes y son más numerosos. Además, su presencia ya no se limita a las zonas rurales, sino que cada vez es más frecuente encontrarlas en espacios urbanos como parques y jardines de las grandes ciudades.
Solo en Europa, las enfermedades que transmiten las garrapatas al ser humano han aumentado un 300% en los últimos veinte años.
Más vale prevenir
Ciertas profesiones relacionadas con la ganadería, la agricultura, la jardinería o la silvicultura constituyen un riesgo de entrar en contacto con garrapatas. Pero también practicar senderismo, caza, u otras actividades en contacto con la naturaleza. Por ello, es importante seguir varias recomendaciones.
- Vestir ropa de colores claros. Especialmente los calcetines, ya que de este modo es más fácil detectar las garrapatas que se hayan podido adherir a la ropa. Las prendas también deben ser largas, de modo que cubran brazos y piernas.
- Evitar las sandalias. Es preferible usar botas o un zapato cerrado con los calcetines por encima del pantalón, para evitar la picadura de las garrapatas en los pies.
- Usar repelentes autorizados. Tanto en la ropa como en las zonas de la piel expuestas, como cara, cuello y manos.
- Proteger a los animales de compañía. Conviene aplicarles tratamientos garrapaticidas si se observa una infestación y utilizar repelentes externos, como collares antiparasitarios, cuando salen al campo. En el caso de trabajar con animales o en actividades de caza, recomendamos no tocar a los animales sin utilizar guantes y manga larga.
- Ya en casa. conviene revisar la ropa antes de echarla a lavar, así como explorar con calma las partes del cuerpo especialmente vulnerables (pliegues de la piel, axilas, ingles y cuero cabelludo) ya las mascotas.
Cómo actuar ante la picadura de una garrapata
Si la garrapata está adherida a la piel debe quitarse rápidamente. Para ello, se deben usar guantes y pinzas, sujetar la garrapata y tirar de ella suavemente hacia arriba.
En caso de duda sobre el procedimiento, es preferible acudir al centro de salud para que sea extraído por personal sanitario que, además, podrá hacer un seguimiento del caso.
No se recomienda aplastar la garrapata, reventarla o quemarla, y tampoco utilizar remedios caseros como calor, aceite o vaselina. Esto aumenta el riesgo de que regurgite su material digestivo (incluidos los patógenos) dentro de la piel.
Si en los diez días posteriores a la exposición a garrapatas aparecen fiebre, erupción cutánea, lesiones en la piel, dolores articulares o signos hemorrágicos (sangrado, hematomas, sangre en heces), se debe acudir sin demora al médico.