¡Máxima velocidad rumbo al verano! Ahora los días alargan muy rápido
A simple vista se puede apreciar que los días duran más. Desde el pasado solsticio de invierno la luz del sol le ha ganado casi dos horas a la oscuridad de la noche. Poco a poco, iremos sumando minutos y minutos hasta la noche más corta del año pero, ¿cómo y por qué ocurre?
Ahora, cada día que pasa, la luz va ganando terreno a la oscuridad. A las seis de la tarde todavía es de día, algo que no pasaba hace un mes cuando el sol se ponía casi a la hora de la siesta. Es en estos días cuando nos encontramos en el momento del año en que los días se alargan más rápido y podemos disfrutar de unos minutos más de luz.
¿Desde cuándo se alarga la tarde?
Cuando acaba el verano y comienza el invierno, las tardes comienzan a acortarse. Los días calurosos llegan a su fin y la estación otoñal se prepara para su salida. Esto es algo que se repite año tras año y que por estas fechas se invierte. Durante los meses de septiembre y octubre cada día que pasa oscurece antes y lo notamos aún más cuando llega el 'famoso' cambio de hora de invierno.
Día tras día observamos el comportamiento del sol y muchos desean que se esconda más tarde para poder aprovechar el día. Desde aproximadamente el solsticio de invierno, el 21 o 22 de diciembre, los días cada vez duran más. Por ejemplo el último día de febrero, en Madrid habrá 11 horas y 15 minutos de luz, 1 hora y 6 minutos más que cuando comenzó el mes. En Valencia, en cambio, serán 11 horas y 10 minutos de luz solar.
¿Todos los años es igual?
Los días se alargan y se acortan de una manera matemáticamente perfecta. Muchos tienden a pensar que cada día se suman los mismos minutos que el día anterior, pero no es así. A medida que nos acercamos a los solsticios, tanto de invierno como de verano, las horas de luz apenas cambian. En cambio, cuando nos acercamos a los equinoccios la variación es mucho más rápida. Por ejemplo, sobre estas fechas cada día que pasa ganamos entre 2,5 y 2,6 minutos.
A esto hay que añadirle la posición en el mapa. Cada ciudad tiene una duración del día diferente y, también, gana o pierde luz de distinta manera. Esto viene ligado a la latitud en la que se ubican: en el hemisferio norte, los cambios se notan más en las ciudades de la zona septentrional del globo.
Diferencias entre el norte y el sur
Cuanto más al norte se sitúa una ciudad, más variación de horas y minutos de luz tiene a lo largo del año. Esto tiene su explicación en la inclinación de la Tierra. Cuando el hemisferio norte está orientado hacia el sol, el número de horas de luz es más alto que cuando no lo está.
Por ello, en el ecuador no hay estos cambios tan bruscos de luz. Ahí los días y las noches duran aproximadamente lo mismo, es decir 12 horas en cualquier momento del año. También encontramos un ejemplo muy claro en el Polo Norte y el Polo Sur, donde durante 6 meses es de día y otros 6 es de noche, prácticamente. Nuestro país, al estar en latitudes medias, tiene una variación evidente. Sobre todo en estas fechas -crece rápido el día-, así como entre agosto y octubre -decrece a esa misma velocidad-.