Agua con gas o agua mineral, ¿es más sana una que otra?
Cuando uno se encuentra en el supermercado, frente al pasillo de las aguas embotelladas, la decisión entre agua mineral y agua con gas puede parecer tan complicada como elegir entre tortilla de patata con o sin cebolla. Pero, ¿realmente importa?
El agua mineral es como el monje zen de las bebidas. Procedente de fuentes subterráneas, su serenidad se mantiene intacta por no haber sido alterada por procesos químicos (eso dice la normativa). Rica en minerales como calcio, magnesio y potasio, nos lo venden como la opción más pura y natural para la hidratación.
Un estudio publicado en Journal of Water Health destaca que el agua mineral puede contribuir significativamente a la ingesta diaria de minerales esenciales, lo cual es una gran noticia para aquellos que no tienen tiempo de masticar almendras todo el día. Sí, aquello que quitamos con esos filtros en el agua del grifo, nos los trae el agua mineral (3000 veces más caro).
Algunas aguas minerales pueden tener niveles elevados de sodio, lo que no es ideal para las personas que necesitan controlar su consumo de sal. Por lo tanto, si estás cuidando tu presión arterial, es recomendable leer la etiqueta. También podremos encontrar esas botellas de mineralización débil, para estos casos.
Agua con Gas: La Fiesta de las Burbujas
El agua con gas, por otro lado, es como el amigo fiestero que siempre está listo para levantar el ánimo. Este tipo de agua es simplemente agua carbonatada, ya sea de forma natural o a la que se le ha añadido dióxido de carbono bajo presión para crear esas burbujas.
Hay un montón de mitos sobre si el agua con gas es buena o mala para la salud. Un estudio en American Journal of Clinical Nutrition sugiere que beber agua con gas puede aumentar la sensación de saciedad, lo que podría ayudar a las personas a controlar su apetito. ¡Una ventaja que no esperábamos!
Sin embargo, hay preocupaciones respecto a la acidez. El agua con gas tiene un pH más bajo que el agua mineral, lo cual podría, en teoría, afectar el esmalte dental si se consume en exceso. Los dentistas recomiendan no cepillarse los dientes inmediatamente después de consumir agua con gas para evitar la abrasión.
Lo que dice la ciencia
La mayoría de los estudios científicos sugieren que tanto el agua mineral como el agua con gas son opciones saludables. Todavía faltaba que se pusiera alguna pega al líquido de la vida. Pero sí es cierto que cada una tiene diferencias y de eso dependerán sus preferencias individuales.
Por ejemplo, una investigación publicada en The Journal of Nutrition muestra que el consumo de agua mineral puede ser una forma eficiente de obtener los minerales esenciales que el cuerpo necesita, lo dicho. Mientras que otro estudio en el Journal of Gastroenterology destaca que el agua con gas puede ayudar en la digestión y aliviar problemas estomacales como la dispepsia.
Bebe agua, lo que quieras, cuando quieras.
Al final del día, la mejor agua es aquella que realmente bebes. Mantenerse hidratado es lo más importante, así que, ya sea que prefieras la serenidad de las montañas o la fiesta de las burbujas. Eso sí, sin ninguna duda la opción más sostenible, barata, accesible, rápida, segura y sana es el agua del grifo.