¿Qué pasará con nuestra agricultura si no llueve esta primavera?
La prolongada sequía y temperaturas fuera de lugar acaecidas en los últimos meses, van marcando un escenario de gran incertidumbre para el futuro de la agricultura y todo lo que ello conlleva. Ante esto, el campo agoniza esperando las ansiadas lluvias.
El agua es la base de la vida, tanto, que es el elemento esencial para cualquier ser viviente, y sin ella, todo se desmorona. Pero no debemos de olvidar que es un recurso escaso, extremadamente escaso, además de condicionado por los aspectos atmosféricos. A lo largo de los años, el campo, y todo lo relacionado con él, ha experimentado diversos estados y adaptaciones. Sin embargo, a día de hoy, se enfrenta a la mayor incertidumbre jamás vivida.
¿A qué se enfrenta la agricultura?
Muchos son los estudios, ensayos y trabajos dedicados al sector rural, con el objetivo de anticiparse a los escenarios previstos a futuro, y diría, a corto plazo. El episodio actual de la agricultura, resalta por la grave situación de sequía, que ya no sólo afecta a la España denominada seca, si no que se extiende hasta zonas tradicionalmente húmedas donde las condiciones están virando por completo, haciendo además, este problema, extensible a otras regiones del mundo, lo cual, agrava la situación.
A todo ello, sumamos el crecimiento exponencial de la población mundial, lo cuál requerirá, y ya requiere actualmente, producir más con menos.
Nos topamos, por tanto, contra una situación de extrema gravedad, acusada por una falta de recursos y meteorología adversa, y que nos obliga a actuar de forma rápida y consciente para revertir la situación.
¿Cómo actúan los agricultores?
Los agricultores esperan las lluvias desesperadamente. Sin embargo, como se suele decir, el daño ya está hecho. Esto nos obliga a presagiar un próximo año agrícola complicado. Centrándonos en este actual, el testimonio de cientos de agricultores relata la "pérdida de cosechas de secano", y temen por lo que pueda venir.
Desde un punto de vista optimista, no queda otra que seguir confiando en los profesionales de la agricultura, quienes constantemente desarrollan nuevas técnicas, variedades, prácticas y formas de actuar, que navegan con el objetivo de adaptarse a las nuevas situaciones, y desean prevenir lo que pudiera ser una catástrofe rural.
La actualidad se centra, por tanto, en infinidad de restricciones hídricas, fundamentalmente en agricultura, pues a ella se destina el mayor porcentaje de nuestras aguas, aunque no debemos olvidar que estas restricciones pueden ejecutarse también en el ámbito doméstico, lo que nos hace presagiar la difícil situación a la que nos enfrentamos. Frente a esto, debemos de ser cautos, conscientes y responsables, pues dependemos de la agricultura y la ganadería para desarrollar nuestras vidas.