AEMET lo confirma: la tormenta descomunal de Valencia superó a la de Tous y Oliva en este dato

La AEMET acaba de confirmar el dato de lluvia más impactante de esta DANA que se ha cebado especialmente con la provincia de Valencia, que tardará años en recuperarse totalmente de la catástrofe.

Esta última DANA pasará a la historia de la meteorología y de la climatología por varios y tristes motivos, y la AEMET acaba de confirmar un dato muy impactante.

Los impactos de esta última DANA, que se cebó especialmente con la provincia de Valencia, perdurarán en nuestra memoria durante mucho tiempo. Como hemos ido explicando en Meteored, se trató de un evento extraordinario, el más devastador de lo que llevamos de siglo en lo que respecta a este tipo de fenómenos. Y los datos pluviométricos que siguen saliendo no nos dejan de sorprender.

Un diluvio de cerca de 800 l/m² en 14 horas en algunas zonas de Valencia

La delegación de la AEMET de la Comunidad Valenciana confirmaba hace unas horas el impresionante dato de precipitación registrada durante el pasado 29 de octubre en el observatorio de Turís - Mas de Calabarra: en total se acumularon 771,8 l/m² en unas 14 horas, muy cerca del récord oficial de España, que siguen siendo los 817 l/m² que cayeron en el también municipio valenciano de Oliva a lo largo del 3 de noviembre de 1987.

Eso sí, hay que destacar que en esta última gota fría la torrencialidad parece que ha sido mayor que en el episodio de 1987. Por otra parte, no hay que olvidar tampoco las estimaciones de la DANA de 1982, cuando un complejo convectivo de mesoescala, el primero detectado por satélite en Europa, descargó un gran diluvio que se concentró especialmente en El Caroig - Muela de Cortes, también en la provincia de Valencia.

Los acumulados diarios estimados en la Pantanada fueron de casi 900 l/m² en la Casa del Barón, en Cortes de Pallás. En este último caso resulta más complicado comparar el actual episodio con aquel, pero por los testimonios y según las mediciones realizadas, pudieron estar a la par.

Para hacer unos magnitud del dato de Turís, vamos a tomar como referencia la precipitación media anual del Retiro, en la capital de España, que ronda los 420 l/m². En Turís en 14 horas cayó casi el doble de lluvia que suele recogerse en dos años en Madrid. Si lo comparamos con la ciudad de Valencia, aquí la precipitación media anual asciende hasta los 475 l/m².

AEMET confirma el nuevo récord de España de lluvia acumulada en 1 hora

Pero sin duda, el dato más sobrecogedor es el de la precipitación acumulada en una hora en el observatorio de Turís de AEMET: 184,6 l/m². Esto supone un nuevo récord oficial de precipitación horaria en España, superando los 159,2 l/m² acumulados en Vinaròs en ese mismo lapso el 19 de octubre de 2018. Y es un síntoma de que algo está cambiando rápidamente en nuestro clima, como vemos en estos récords pluviométricos asociados a precipitaciones extremas.

La pasada semana ya empezaron a salir datos muy sorprendentes de otros organismos y entidades, como los 784,4 l/m² medidos en un pluviómetro en La Mojonera (entre Godelleta, Turís y Calicanto, a menos de 4 km del observatorio de AEMET) perteneciente a Sisritel.

Por desgracia apenas disponemos de datos oficiales, pero se estima que en la gran riada del sureste de octubre de 1973 la torrencialidad pudo ser igual o mayor en ciertas zonas de Almería y Granada. Desgraciadamente, precisamente hay que remontarse a aquella gota fría o DANA (son el mismo elemento atmosférico) para encontrar unas inundaciones tan mortíferas en nuestra geografía.

Las responsables de estos diluvios suelen ser estructuras convectivas que cuentan con un alto grado de organización y que requieren de una serie de condiciones que ya explicamos estas semanas en Meteored. Cuando además tenemos unos relieves expuesto a los flujos de humedad del Mediterráneo, las células tormentosas pueden regenerarse sobre el mismo punto, especialmente si el desplazamiento de la DANA es muy lento.

Lluvias más intensa y concentrada que las que dejan la mayoría de los huracanes

Aunque se está comparando este episodio con el gran huracán Milton, son fenómenos que no tienen nada que ver. Los grandes huracanes causan grandes impactos por el viento, la lluvia y la marejada ciclónica, pero su radio de acción es mucho mayor y suelen ser más previsibles. En cambio, episodios como este último son muy complejos de cara a la predicción.

Esta gota fría nos ha dejado acumulados diarios bastante más importantes que los que suelen descargar los ciclones tropicales, y además concentrados en una franja de superficie relativamente pequeña, con grandes acumulados en pocas horas, y que incluso son top a nivel mundial. Hay que actuar muy rápido o anticiparse para evitar una tragedia.

Por suerte, estos episodios tan extremos suelen producirse cada cierto tiempo y hay tiempo de prepararse. Esta última DANA nos ha dejado uno de los episodios más devastadores de la historia reciente de España, si tenemos en cuenta los datos pluviométricos, fallecidos y pérdidas económicas.

Como por desgracia hemos visto en la rambla del Poio, esto provoca grandes y peligrosas crecidas súbitas que apenas duran unos minutos o pocas horas en estos sistemas fluviales, por lo que la cosa se complica aún más: impactos locales o regiones, pero extremadamente catastróficos.

Esta DANA tiene que marcar un punto de inflexión en la prevención y la gestión del riesgo en España

Las zonas más castigadas por esta DANA tardarán mucho tiempo en volver a la normalidad, pero lamentablemente parte de la tragedia se hubiera evitado con una mejor comunicación entre administraciones, que tendrán que depurar sus responsabilidades. Pero también se ha fallado en trasladar a la población el riesgo que suponía este episodio.

Una vez más parece que vamos a tener que aprender y actuar a golpe de desastre, pero lo que ha sucedido esta vez tiene que marcar un antes y un después. Y aquí la cultura de la prevención y la educación juegan un papel vital. Y por supuesto, hay que asimilar que estos fenómenos tan extremos se volverán más frecuentes, si se cumplen las actuales proyecciones climáticas.