Acuíferos: qué son, tipos, por qué son esenciales y las amenazas que enfrentan
Los acuíferos son depósitos naturales de agua subterránea esenciales para la vida en el planeta. Sin embargo, enfrentan a múltiples amenazas como la sobreexplotación y la contaminación, poniendo en riesgo el equilibrio hídrico global.
El agua es uno de los recursos más preciados del planeta, y una gran parte de ella se almacena bajo tierra en los acuíferos. Estas reservas naturales cumplen una función vital en el ciclo hidrológico, abasteciendo ríos, lagos y pozos, además de proveer agua potable a millones de personas.
A pesar de su importancia, los acuíferos están en peligro en numerosas regiones de nuestro mundo debido a la explotación descontrolada y la contaminación.
¿Qué es un acuífero?
Un acuífero es una formación geológica subterránea que almacena y transporta agua a través de sus poros o fisuras, pudiéndose formar en diferentes tipos de roca, como arenas, gravas, calizas o basaltos. En otras palabras, son grandes embalses naturales subterráneos. Suelen encontrarse a distintas profundidades bajo la superficie terrestre.
Los acuíferos pueden liberar su agua a través de manantiales o pozos perforados por el ser humano para su extracción, siendo una fuente fundamental de agua dulce en muchas regiones áridas y semiáridas del mundo.
Tipos de acuíferos
Según su estructura y forma, los acuíferos se clasifican en los siguientes tipos.
- Acuíferos libres o no confinados: son aquellos que tienen la capa superior permeable, permitiendo la infiltración directa del agua desde la superficie. Su nivel de agua, conocido como nivel freático, varía según la cantidad de recarga que recibe de la lluvia o los ríos.
- Acuíferos confinados: están encerrados entre capas de roca impermeable, lo que limita su recarga y genera una mayor presión interna. Cuando se perfora un pozo en un acuífero confinado, el agua puede salir a la superficie sin necesidad de bombeo, formando un pozo artesiano.
Las podemos encontrar en acuíferos libres y confinados. En ambos casos el agua se extrae artificialmente a través de pozos siempre y cuando no supere su capacidad de recarga. pic.twitter.com/xi1LuGeacS
Fundación Canal (@FundacionCanal) March 29, 2023
- Acuíferos kársticos: se encuentran en terrenos de roca caliza donde el agua ha disuelto el material, formando cavernas y conductos subterráneos. Son comunes en regiones con formaciones cársticas y pueden liberar grandes volúmenes de agua a través de manantiales.
- Acuíferos fósiles: son reservas de agua subterránea que se han acumulado durante miles o incluso millones de años y que ya no reciben recarga significativa. Se encuentran en regiones desérticas y su explotación es insostenible a largo plazo.
¿Por qué son tan importantes?
Los acuíferos desempeñan un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio hídrico de todas las regiones. Algunas de sus funciones más importantes son las siguientes.
- Suministro de agua potable: aproximadamente el 30% del agua dulce del mundo se encuentra en acuíferos, abasteciendo a ciudades, comunidades rurales e industrias.
- Regulación del ciclo del agua: los acuíferos recargan ríos y lagos, especialmente en épocas de sequía, ayudando a mantener los ecosistemas acuáticos.
- Agricultura y ganadería: en muchas regiones, el riego de cultivos y la cría de animales dependen del agua extraída de los acuíferos.
Las principales amenazas a las que se enfrentan
A pesar de su importancia, los acuíferos enfrentan graves amenazas que ponen en peligro su capacidad de abastecimiento y conservación a largo plazo.
- Sobreexplotación: la extracción excesiva de agua subterránea reduce los niveles de los acuíferos y puede provocar su agotamiento. En algunos casos, el hundimiento del suelo es una consecuencia directa de la sobreexplotación.
- Contaminación: las actividades industriales, agrícolas y urbanas pueden infiltrar sustancias tóxicas, pesticidas y metales pesados en los acuíferos, afectando la calidad del agua.
- Cambio climático: la alteración de los patrones de lluvia y el aumento de temperaturas pueden reducir la recarga de los acuíferos, intensificando la escasez de agua en ciertas regiones.
- Urbanización descontrolada: el crecimiento de ciudades sobre zonas de recarga limita la infiltración del agua de lluvia, afectando el equilibrio de los acuíferos.