Un inicio muy frío de abril reta a los pronósticos. ¿Un mes invernal?
Se presenta un mes de abril con una variabilidad meteorológica muy marcada. Sorprenderá con un comienzo muy frío y relativamente seco, pero a más largo plazo se abren muchas opciones que pueden cambiar esta tendencia. Ninguna de ellas contempla un patrón de circulación zonal fuerte.
Durante este semana se ha empezado a establecer un nuevo patrón de circulación que traerá consecuencias importantes a España. Se ha asentado una dorsal en el Atlántico norte que se extenderá hasta Islandia, abarcando las Azores y buena parte del sector central del océano. No se moverá en toda la semana y, por tanto, condicionará mucho los primeros días del mes, favoreciendo una circulación meridional sobre Europa. Esto desencadenará, tal y como comentábamos la semana pasada, la entrada de una masa de aire de origen polar que finalmente sí afectará a la Península Ibérica.
Aunque no está previsto que la situación se prolongue más allá de los primeros 5 o 6 días de abril, su intensidad tendrá un peso importante a la hora de valorar el carácter general del mes. Sin embargo, a más largo plazo se abren otros escenarios de gran interés que podrían tener mucha repercusión en la Península Ibérica.
Inicialmente tendremos un patrón de circulación meridional que dará paso a una amplia incertidumbre donde hay contemplados muchos escenarios. Esto, pese a parecer una previsión caótica y muy poco útil, en realidad nos está dando una pista importante; durante el mes de abril, el chorro polar continuará debilitado y muy variable. La probabilidad de que masas de aire procedentes de latitudes muy distintas a la nuestra nos sigan afectando es relativamente alta.
Temperaturas más templadas en España. ¿Se mantendrán las precipitaciones en la media?
Con la situación antes descrita, lo más probable es que tras un comienzo especialmente frío, el mes de abril destaque también por la llegada de masas de aire mucho más templadas que podrían compensar en cierto modo a los primeros días. No está previsto que el mes concluya especialmente frío ni tampoco que vaya a ser muy cálido. De acuerdo con las previsiones actuales y los escenarios contemplados por nuestro modelo de confianza, el IFS del ECMWF, es probable que abril transcurra con temperaturas en torno a la media o ligeramente por encima.
En cuanto a precipitaciones, no están previstas anomalías importantes. La primera quincena del mes podría resultar algo más seca que la segunda, pero no parece probable que el mes deba terminar especialmente seco. Con una circulación de latitudes medias debilitada existen más opciones de que se produzca la llegada de sistemas de bajas presiones a nuestras latitudes. Sin duda alguna, a diferencia de lo que hemos visto durante el invierno, la incertidumbre está servida también durante el mes de abril, al igual que lo ha estado en marzo.