5 plantas de Navidad más allá de la flor de Pascua: da un toque de color y naturaleza a tu decoración navideña

Aunque la poinsettia es una de las reinas navideñas por excelencia, hay otras plantas igualmente bellas y coloridas que adquieren todo su esplendor en invierno y son perfectas para diversificar la decoración de tu hogar y sorprender en estas fechas.

La flor de Pascua es una de las reinas de la temporada navideña, pero no la única.

A las puertas de la celebración de la Navidad, en muchos hogares cobra especial protagonismo la popular flor de Pascua o poinsettia (Euphorbia pulcherrima), habitualmente de hojas de un vibrante rojo que aportan color y alegría a la temporada.

Una planta originaria de México y América Central (allí es un arbusto perenne que puede alcanzar los cuatro metros) cuya historia la convierte en un ícono navideño con raíces profundas en la cultura y tradiciones de diferentes países.

Pero no es la única opción a la que estamos obligados a limitarnos en estas fechas si queremos enriquecer la tradición navideña y preparar hermosas decoraciones vegetales llenas de simbolismo.

No todo es flor de Pascua, muérdago o acebo

Más allá de la flor de Pascua, o de otras plantas muy conocidas como el muérdago (Viscum album) o el acebo (Ilex aquifolium), con sus brillantes hojas verdes y frutos rojos que se asocian con la protección y la buena suerte, existen otras plantas populares ligadas a la Navidad que aportan belleza y simbolismo a esta época del año.

Estas son las otras reinas que también florecen en invierno y que aportarán a tu hogar un maravilloso y colorido ambiente navideño.

Amaryllis (Hippeastrum spp)

Por sus espectaculares y elegantes flores rojas (también hay distintas variedades en blanco o rosa), la amaryllis es la primera gran alternativa a la Flor de Pascua. Resiste bien el frío, aunque no aguanta las heladas, y hay que mantenerla húmeda sin encharcarla.

La amaryllis es una elegante y bellísima alternativa a la flor de Pascua.

Si no arrancas los bulbos, permanecerán aletargados durante el verano y en otoño volverán a brotar. Y también existen distintas variedades con colores blanco, rosa y distintos matices rojo-blanquecinos.

Simboliza belleza y orgullo, y representa la amistad y el afecto. Así que, además de su llamativa forma, que la convierte en una decoración navideña ideal, es una flor perfecta para regalar a tus seres más queridos.

Cactus de Navidad (Schlumbergera truncata)

Esta planta suculenta florece durante el invierno y produce vistosas flores brillantes en colores rojo, rosa, blanco y morado, que contrastan con su follaje verde. Es muy popular como planta de interior en la época navideña. Y, además, es muy fácil de cuidar.

Esta suculenta es ideal para quienes no tienen mucha mano con las plantas pero no quieren renunciar a su belleza.

A pesar de su nombre, no se trata de un típico cactus típico del desierto, sino una planta epífita (crece en los troncos y ramas de árboles) originaria de los bosques tropicales de Brasil.

Por eso se adapta a ambientes húmedos y temperaturas moderadas, aunque necesita un buen drenaje porque no tolera los encharcamientos.

También es una planta de días cortos, lo que significa que, para fomentar la floración, hay que colocarla en un lugar donde reciba entre 12 y 14 horas de oscuridad al día durante 6-8 semanas antes de que sus flores broten.

Begonia real (Begonia Rex)

Conocida como la begonia real, es una de las plantas ornamentales más apreciadas por su espectacular follaje. Aunque produce flores pequeñas, su principal atractivo reside en el diseño y textura de sus hojas: grandes y coloridas, con patrones únicos que varían entre tonos verdes, plateados, rosados, morados e incluso rojizos.

No amarás a la begonia por sus pequeñas flores, sino por sus espectaculares hojas.

Al ser una planta compacta (suele crecer entre 20 y 40 cm de altura) es perfecta para macetas o como planta de interior, donde se adapta perfectamente a la luz indirecta.

Entre sus cuidados conviene mantener el sustrato ligeramente húmedo, pero sin encharcarlo para que no se pudra el rizoma. Por eso, hay que regarla cuando la capa superior del sustrato esté seca, preferiblemente con agua a temperatura ambiente.

Simbolizan prosperidad y riqueza, y suele regalarse para desear buena suerte en la toma de alguna decisión importante.

Ciclamen (Cyclamen persicum)

Otra de las plantas que florecen en otoño e invierno es el ciclamen, cuyas flores parecen flotar sobre largos tallos delgados y pueden ser de colores blanco, rosado, rojo, púrpura o bicolor.

Por su especial significado, el ciclamen es ideal para regalar.

La curvatura de sus pétalos les da un toque distintivo y simbolizan amor y devoción, por lo que también es común regalarla durante las fiestas. Sus hojas tienen forma de corazón, con un característico patrón plateado o verde claro sobre un fondo más oscuro.

El ciclamen prefiere luz brillante pero indirecta, por lo que es ideal para ventanas orientadas al este o al norte. El riego es mejor desde la base, colocando agua en el platillo y dejando que la planta la absorba.

Rosa de Navidad (Helleborus niger)

La rosa de Navidad es una planta perenne que florece en tonos blancos, rosados o púrpuras justo en la temporada navideña, aunque perdura hasta bien entrado marzo. Luego, se queda en la mínima expresión hasta que vuelven a llegar los fríos.

A la hermosísima rosa de Navidad le sienta muy bien el frío.

Proveniente de regiones montañosas de Europa y Asia Menor, prospera en zonas de semi sombra (el sol directo estropeará su bonita floración) y se pueden cultivar tanto en maceta como en parterre.

La temperatura ideal para esta planta oscila entre los 10-15ºC, pero puede soportar también heladas de hasta los -15 ºC. En la tradición cristiana, se dice que la rosa de Navidad floreció para conmemorar el nacimiento de Jesús.