A la caza de los 35 ºC. ¿Podemos tener una "ola de calor" en marzo?
El próximo fin de semana tendremos un destacado episodio de calor. Las temperaturas máximas superarán los 30 ºC y en alguna zona se podrán acercar bastante a los 35 ºC, sin descartarse que se bata algún récord de calor de marzo.
La suavización térmica que hemos comenzado a notar desde ayer lunes (el pasado domingo ya en algunas zonas peninsulares) es el anticipo de un destacado episodio de calor que tendremos, previsiblemente, el próximo fin de semana. Todo apunta que se superarán con cierta holgura los 30 ºC de máxima tanto en Canarias como en el sur y este de la Península. Es posible, no seguro, que se bata algún récord de temperatura máxima para un mes de marzo, lo que implicaría alcanzar unos valores cercanos a los 35 ºC.
Tomando como referencia los registros del Banco Nacional de Datos Climatológicos de AEMET, las temperaturas máximas más altas del mes de marzo son los 34 ºC medidos en el aeropuerto de Fuerteventura el 15 de marzo de 1977; 33,6 ºC en el observatorio de Murcia, el 10 de marzo de 2017; 33,2 ºC en Valencia, el 25 de marzo de 1988; y 33 ºC en Córdoba, el 31 de marzo de 2015.
A la vista del mapa de la temperatura en el nivel de 850 hPa previsto para el próximo domingo a las 18 UTC, en alguno de esos observatorios o en otros cercanos podría caer algún récord absoluto mensual.
Dicha circunstancia está generando una gran expectación en los mentideros del mundillo meteorológico (tanto entre profesionales como entre aficionados), por el brusco cambio que supone pasar del frío que estaba instalado en gran parte de la Península y Baleares el pasado fin de semana, al intenso calor que tendremos en las zonas antes reseñadas dentro de apenas cuatro días.
Las anomalías cálidas serán muy destacadas; de entre +8 y +10 ºC con respecto a los valores normales para la época del año. Estas grandes oscilaciones térmicas llaman mucho la atención, pero cada vez nos sorprenden menos, ya que empiezan a ser reiteradas, con un dominio creciente del calor sobre el frío.
Calor cada vez más extremo y prematuro
La tendencia al alza de las temperaturas en el marco del calentamiento global es incontestable y se manifiesta cada vez de forma más clara. En los meses del año en que hace calor, este cada vez es más extremo. No todos los veranos se encadenarán olas de calor de la magnitud y extensión que las que tuvimos el año pasado, pero parece claro que las temperaturas máximas estivales han subido un escalón.
Si antes lo normal era que hubiera algún día en verano en que la temperatura máxima alcanzara o superara por poco la barrera psicológica de los 40 ºC, ahora el listón se sitúa en los 45 ºC. La probabilidad de que en las olas de calor estivales se alcance ese valor o incluso se supere, es cada vez más alta.
También estamos asistiendo a un aumento de los episodios de calor de gran magnitud fuera del verano, tanto en primavera como en otoño. Las temperaturas máximas elevadas que hace algunas décadas podían alcanzarse en alguna ocasión en meses como marzo, abril o mayo, ahora alcanzan valores más extremos y una persistencia que obligará a replantear la propia definición de ola de calor.
En el mes de marzo, tal y como hemos indicado antes, no se han alcanzado todavía los 35 ºC de máxima en ningún observatorio o estación meteorológica de la red oficial de AEMET. Basándonos en los mapas de predicción que acompañan estas líneas, es difícil que el próximo fin de semana se alcance ese nuevo escalón en las temperaturas, pero seguramente no nos quedaremos lejos. Las papeletas para que eso llegue a ocurrir son cada vez mayores, por lo que si no ocurre este año, será el próximo o uno cercano en el tiempo cuando se bata esa marca.