30 años del récord español de lluvia de Oliva
A comienzos de noviembre de 1987 las lluvias torrenciales tomaron las riendas en las tierras del Levante y Sureste de España. Los volúmenes acumulados en algunos puntos de la comarca valenciana de La Safor fueron de récord.
Los últimos diez días de octubre de 1987 se caracterizaron por el sucesivo desarrollo de expansiones de masas de aire frío hacia las latitudes peninsulares. Entre los días 28 y 29 de octubre, una profunda perturbación atlántica se desplazó con rapidez desde Terranova hacia el noroeste de Finisterre, con nítida trayectoria zonal. En las capas altas persistía una circulación muy fragmentada del chorro, con bloqueo sobre Europa central y una amplísima vaguada en el Atlántico norte.
Entre los días 31 de octubre y 1 de noviembre la perturbación se situó entre Lisboa y Azores. En la capa de 500 HPa -que representa unos 5500 metros de altura-, el embolsamiento de aire frío se trasladó velozmente hacia el sur. Esto se debió al basculamiento de la dorsal subtropical del Atlántico norte hacia nordeste, que empujó a la masa de aire polar a Madeira. El día 1 en las capas altas la situación atmosférica fue evolucionando con rapidez: a 500 hPa la perturbación se ubicó más al sur, con temperaturas de -20ºC en su centro, quedando aislada de la circulación como gota fría, que mostraba la clásica disposición en espiral de la nubosidad.
La perturbación de las capas altas comenzó a desplazarse lentamente desde ese lugar inicial, que constituye el área de Madeira-Canarias, hacia la Península. A lo largo del día 3 la gota se reactivó y se puso rápidamente en movimiento hacia la vaguada que se acababa de formar, tendiendo a unirse con ella, y provocando con su acercamiento un notable incremento de la inestabilidad.
Otro factor se agregaba al anterior favoreciendo el desarrollo del proceso tormentoso: en las primeras horas de la mañana se pusieron en contacto sobre el Levante español la masa de aire cálido y húmedo mediterráneo que volteaba la gota por su margen delantero, y otra, más fría y seca, perteneciente a la vaguada que se había profundizado sobre Francia y golfo de León. Todo ello dio lugar a que se presentara en superficie sobre el mar de Alborán una depresión secundaria, subordinada a la principal del golfo de Cádiz que volteaba aire mediterráneo muy húmedo hacia las costas del sureste peninsular y Levante.
Las imágenes en infrarrojo mostraban un proceso de mesoescala como es la formación e interacción de distintos núcleos de convección profunda. Entre las 00 h y 03 h del 4 de noviembre se produjo una de esas interacciones sobre el área del bajo Júcar y el cabo de San Antonio, dando lugar al inicio de las precipitaciones más intensas. Con esta evolución se iniciaba la formación de un complejo convectivo mesoescálico (Madoxx, 1980), 1983: Rivera y Riosalido, 1986), que sería la causa del temporal de lluvias más intensas de este siglo, produciendo grandes aguaceros que inundaron el Levante y Murcia, y afectando de forma más intensa a nuestra área de estudio (817 mm. en Oliva y 720 mm. en Gandía).
En definitiva, el temporal acontecido la primera semana de noviembre de 1987 en amplias zonas del Levante español y sobretodo de la Comunidad Valenciana, pasará a la historia por haber registrado unos valores de precipitación récord en 24 horas para un núcleo de población en nuestro país.