No dan crédito en la Antártida: 12 horas de precipitación líquida en pleno invierno
Registro de lluvias torrenciales en el extremo norte de la península Antártica sorprende a los investigadores que se encontraban in situ. Lo más increíble fue la duración del evento: ¡no paró de llover por 12 horas! ¿Por qué ocurrió?
El pasado domingo 02 de julio, la Antártida sufrió un episodio atípico para la época del año. En la isla Rey Jorge, ubicada en el extremo norte de la península Antártica, cayó un torrencial de lluvias durante unas largas doce horas.
Durante el evento, un grupo de estudiantes e investigadores de la Universidad de Santiago de Chile (Usach) se encontraban realizando mediciones in situ y lo monitorearon mediante el lanzamiento de un globo meteorológico. De tal modo, se pudieron reportar los valores de temperatura alcanzados: a nivel de superficie, se elevó hasta +4 °C, cuando debía estar casi 9 °C por debajo.
El hecho de que hayan caído precipitaciones líquidas por más de diez horas en vez de nieve es algo preocupante. En pleno invierno austral, esto no suele pasar porque las temperaturas tienden a mantenerse bajo los 0 °C cuando se dan las condiciones para que precipite. Por ejemplo, el paso de un sistema frontal dejaría comúnmente precipitaciones sólidas en la Antártida.
Pero en esta ocasión, un río atmosférico fue el detonante de las prolongadas lluvias. Una extensa masa de aire cálido y húmedo proveniente de los trópicos irrumpió en esta zona de la Antártica, lo que favoreció junto a las precipitaciones el derretimiento de los hielos, algo que se pudo apreciar en imágenes posteadas el lunes 03 por los científicos que se hallaban en la isla.
Hasta el momento, no se tenían registros estadísticos de un episodio de lluvias por tantas horas, comentó Raúl Cordero, climatólogo de la Usach, en una entrevista a Tele13. Algo que ya se ha dado en años anteriores es el aumento de temperatura y el derretimiento de hielos en la Antártica por causa del arribo de un río atmosférico.
¿Cómo actúan los ríos atmosféricos en la Antártida?
Son varios los episodios de calor que han favorecido el desprendimiento de plataformas de hielo en el continente blanco. A este efecto se asocian los ríos atmosféricos, corredores largos y angostos donde ocurre un fuerte transporte de vapor de agua en la atmósfera, según los define la Sociedad Americana de Meteorología.
En enero de 2008, se detectó un río atmosférico particularmente intenso que propició la fragmentación de las plataformas Larsen A y B. El hielo desintegrado que se va desprendiendo favorece el aumento del nivel del mar, por lo que es una de las consecuencias más adversas durante estos episodios.
Uno de los casos más alarmantes de incremento de temperatura en la península Antártica se reportó en marzo de 2015. El récord fue de 17,5°C en la base de investigación Esperanza. El calentamiento estuvo asociado al efecto Foehn, que a su vez fue desencadenado por el transporte de humedad a gran escala de un río atmosférico. Este análisis fue realizado en una investigación liderada por el climatólogo Deniz Bozkurt.
Como se puede notar, la mayoría de estos eventos extremos se presencian en verano o a inicios de otoño, sin embargo el caso reciente de lluvias ha sido atípico por la fecha. ¿Continuará sucediendo? Lo cierto es que durante el actual fenómeno de El Niño podrían seguir llegando ríos atmosféricos más intensos que lo habitual a esa parte del planeta.