10 riesgos naturales agravados por el cambio climático en Europa
Hace unos días la European Environment Agency publicó un informe con los riesgos que deparará el cambio climático en el siglo XXI: sequías, inundaciones, vendavales y unos cuantos más que te sorprenderán.
La European Environment Agency (EEA) la semana pasada publicó un informe que evalúa la adaptación al cambio climático de los países de la Unión Europea. En los últimos años se han adoptado algunas medidas, pero los recientes incendios y tormentas severas han evidenciado que aún hay muchos deberes pendientes.
El informe presenta 10 amenazas naturales claves en el continente europeo que incluyen olas de calor, precipitaciones intensas, inundaciones, vendavales, deslizamientos de tierra, sequías, incendios, avalanchas, granizo y mareas. Las proyecciones climáticas muestran que estos riesgos aumentarán en frecuencia y gravedad en las próximas décadas en toda Europa.
1. Olas de calor
Según el informe de la EEA, dentro de unos años las olas de calor probablemente serán más frecuentes y duraderas en Europa. Si las emisiones de gases de efecto invernadero no decrecen, los eventos de calor extremo, como los vividos en 2003 y 2010, aparecerán cada dos años a partir de 2050. Al parecer, el sur y el sureste del continente europeo acogerán las temperaturas más altas. Este escenario supondría graves riesgos para la salud, especialmente en las personas que habitan las cuencas hidrográficas de baja altitud del sur de Europa y de las costas mediterráneas.
2. Precipitaciones intensas
El calentamiento global aumentará la severidad de las lluvias y de las sequías. Los estudios demuestran que una atmósfera cálida tiene un efecto intensificador: las regiones secas se vuelven más áridas y las húmedas más lluviosas, pero ambas tienen una cosa en común. Las precipitaciones, cuando aparecen, son más fuertes. Las proyecciones auguran un aumento en la frecuencia, intensidad y cantidad de las lluvias torrenciales en Europa.
3. Inundaciones
Este punto va estrechamente unido con el anterior. Los modelos para el final del siglo XXI proyectan un aumento de las inundaciones en las Islas Británicas, el noreste y sureste de Francia, norte de Italia y algunas regiones del sureste de España, los Balcanes y los Cárpatos. También auguran un incremento leve en Europa central y la zona superior del Danubio. Por el contrario, prevén la reducción de este riesgo en el nordeste de Europa debido a la disminución de la cubierta de nieve y, por tanto, de las crecidas debidas al deshielo.
4. Vendavales
Las tendencias en los ciclones extratropicales continúan siendo un desafío científico, aunque en los últimos años el progreso ha sido significativo. Los estudios apuestan por un cambio en la trayectoria de las borrascas atlánticas. Al parecer, los ciclones cada vez visitarán más Europa Central, eludiendo muchos de ellos el mar Noruego y Mediterráneo. En las próximas décadas las borrascas atlánticas de la estación estival disminuirán. En invierno los ciclones serán intensos en el norte de Europa, con rachas de viento más virulentas, y débiles en el sur.
5. Deslizamientos de tierra
Este riesgo, al igual que las inundaciones, está relacionado con el aumento de la temperatura y, por ende, de la intensidad de los episodios de lluvias. Con las tormentas severas se incrementarán la caída de rocas, de tierra y los flujos de escombros. El ambiente más cálido y los cambios en los patrones de precipitación afectarán a las condiciones de estabilidad de las laderas, provocando derrumbes superficiales. Según el informe de la EEA, las montañas del norte de Europa registrarán los mayores repuntes.
6. Las sequías
Estos estudios proyectan un aumento de la aridez en el sur de Europa a partir de mediados del siglo XXI, con incrementos en la longitud, magnitud y áreas de los eventos de sequía. Por el contrario, prevén una menor incidencia en el norte del continente. Los pronósticos muestran un claro aumento en la Península Ibérica, sur de Italia y el Mediterráneo oriental, sobre todo a finales de siglo.
7. Incendios forestales
El incremento de las sequías y del calor en el área mediterránea y en el sur de Europa, dejaría un panorama más proclive a los grandes incendios. Estos cambios proyectados aumentarían la duración y la gravedad de los fuegos, que acabarían acrecentando la desertificación. Además, el peligro de incendios podría propagarse hacia el norte con el aumento de las temperaturas medias. Esto involucraría al centro de Europa.
8. Avalanchas
Con el ascenso de las temperaturas los acumulados de nieve disminuirán por debajo de los 1500-2000 metros de elevación, pero aumentará en cotas altas. En los Alpes occidentales, por ejemplo, las probabilidades de que se produzcan avalanchas bajarán en las altitudes medias pero, en cambio, aumentarán por encima de los 2500 metros debido al posible aumento de los episodios de precipitaciones fuertes.
9. Granizo
Las proyecciones apuntan al incremento de los índices convectivos, como la CAPE, que derivarían en tormentas más severas. Sin embargo, también observan disminuciones en la cizalladura del viento, y esto reduciría la probabilidad del granizo. Aunque no en todas las zonas por igual. En las Islas Británicas y Alemania se prevé un aumento en el tamaño del pedrisco. Estos pronósticos aguardan aún mucha incertidumbre, reconoce la EEA.
10. Mareas
El informe también acoge las predicciones que apuestan por el aumento del nivel medio del mar en el siglo XXI, y más allá. Además, las mareas de tormenta podrían acrecentarse. Estas últimas contribuirían significativamente a los aumentos proyectados en la altura de inundación prevista para dentro de 50 años, sobre todo en el noroeste de Europa. El comportamiento de las mareas es particularmente notable en el canal de Bristol y en el Golfo de Saint-Malo.